Secuestro crimen niño Estados Unidos 2.jpg
El niño fue secuestrado y nunca volvió a ser visto.
El rescate por el secuestro que nunca se cobró
El caso desconcertó a la Policía de Estados Unidos desde el inicio. La familia Handa no era rica, lo que hacía extraño que fueran blanco de un secuestro por rescate.
La investigación incluyó entrevistas, análisis de evidencia y una búsqueda masiva con voluntarios, pero no había pistas sólidas. La nota de rescate, el único indicio, parecía una farsa: los secuestradores no hicieron más contacto, y el dinero nunca fue reclamado.
Las autoridades teorizaron que el secuestro podría no haber sido por dinero, sino un acto planeado para parecerlo, posiblemente por alguien cercano a la familia.
Secuestro crimen niño Estados Unidos.jpg
El niño fue secuestrado y nunca volvió a ser visto.
Durante años, la familia del niño vivió en un limbo de dolor y esperanza. El padre, devastado, se sumergió en criar a sus otros hijos, mientras que los abuelos de Clark Handa murieron sin respuestas.
El caso permaneció frío hasta 2011, cuando avances tecnológicos permitieron a la policía de Estados Unidos reexaminar la evidencia. En abril de 2016, surgió como sospechoso un hombre de 57 años. No era un extraño: Michael Fejarang había salido con una hijastra del matrimonio.
A esa altura, ya estaba en prisión por casos de abuso infantil. En 2017, como parte de un acuerdo, se declaró culpable de asesinato en primer grado y recibió una sentencia adicional de 25 años a cadena perpetua. Las acusaciones de secuestro contra el niño fueron desestimadas.