Monterrey, equipo que con un empate colaboró a la eliminación de River en el Mundial de Clubes, quedó fuera del certamen internacional tras caer de una manera muy digna por 2 a 1 frente al Borussia Dortmund en los octavos de final. Aunque estuvo cerca del empate y llevar el partido a la prórroga, el tan ansiado gol no llegó.

Eliminación de un equipo que mereció más

Los cuartos de final quedaron cerca y lejos para el Monterrey, el equipo mexicano que supo sobrevivir al grupo E donde también se encontraban Urawa Reds, Inter y River, encontrándose en octavos de final con el segundo equipo más importante del momento de Alemania: el Borussia Dortmund.

Más allá que el equipo amarillo logró ponerse en ventaja gracias a los goles de Sehrou Guirassy, el descuento de Germán Berterame a los 82 minutos creó un dejo de esperanza en el equipo mexicano. Para colmo, Sergio Ramos logró conectar con su cabeza un centro que podría haber significado el empate final.

En el análisis del desempeño del equipo que tiene como capitán al astro español, los resultados son positivos ya que logró conseguir resultados estratégicamente planeados para pasar la primera ronda, aunque el poderío alemán se hizo sentir durante la fecha de eliminación. Ahora Ramos dijo "adiós" al Mundial de Clubes, pero con la esperanza de jugarlo una vez más.

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El cabezazo que podría haber cambiado la historia.

El cabezazo que podría haber cambiado la historia.

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Uno de los culpables de la eliminación de River en el Mundial de Clubes sueña con volver a jugarlo a los 43

Es así que el número 93, utilizado haciendo referencia al gol que le convirtió al Atlético de Madrid en la final de Champions League que obligó a disputarse el tiempo extra, escribió un sentido mensaje en las redes sociales tras la eliminación del Monterrey.

"Luchamos hasta el final y lo dejamos todo dentro del campo. Nos vamos orgullosos y con la conciencia tranquila de haber defendido este escudo como se debe", comienza el comunicado publicado en sus redes sociales.

Después son detalles y así es el fútbol. No se pierde, se aprende. Después son detalles y así es el fútbol. No se pierde, se aprende.

En lo que parecía una despedida, el final quedó abierto: "A título personal, jodido pero satisfecho con lo que pude aportar al equipo. Más triste, porque quizás sea mi última aparición en un Mundial, pero bueno… El fútbol es tan caprichoso y bonito que nunca se sabe".

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"Sigamos mirando al frente, a por el siguiente reto. Gracias a todos y todas por el cariño, la fe, el apoyo y la confianza", concluyó el capitán español del Monterrey.