Al llegar al lugar, los hombres se toparon con un terreno muy dejado, con el pasto alto, los árboles pelados y varios tesoros vintage escondidos entre la plantas como si fueran huevos de pascua. Ambos hicieron énfasis en que -en el caso de interesarse en alguno o varios de los modelos- la salida sería complicada.
Desde autos a camionetas y a camiones, el repertorio del predio es inmenso.Modelos marca Ford y Chevrolet de la vieja escuela se llevan el protagonismo.
Los primeros rodados con los que se encuentran son un Nissan Altima antiguo y una camioneta Ford Crown Victoria, nombres no tan populares entre los colecconistas, pero que tienen un lugar seguro en la trayectoria automotriz.
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Hay muchas camionetas Ford en toda la propiedad, de varios modelos y varios años; en especial de las décadas de los 50 y 60. Rápidamente enfocan a una Ford Van Ecoline y una Ford F-1000. No demasiado lejos descansan un Chevrolet Chevelle 67, un 65 Impala y un Ford 1957 y un Fairlane, modelos con los que cualquier coleccionista o amantes a los fierros soñaría.
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Algunos modelos están en mejor estado que otros pero es arbitrario; porque todos los autos parecen estar al abandono, con muchos años en ese terreno, expuestos a la lluvia, al frío y calor extremos, y a todas las inclemencias meteorológicas que pueden darse a la intemperie.
Entre los vehículos que parecen mejor preservados hay una pickup Studebaker, una clásica camioneta Dodge 1940 y un sedán Chevrolet Bel Air. Es este panorama el que motiva a Zac a empezar las negociaciones, aunque sin éxito.
La mujer a cargo de la colección de estos modelos increíbles no dio demasiadas respuestas sobre los motivos de ese abandono masivo.
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“¿De dónde salieron todos esos autos?” y “¿Por qué decidieron dejarlos tanto tiempo parados en el medio de la nada?” son preguntas que seguirán siendo incógnitas.
Defendiendo su postura de querer vender todos por un millón de dólares, o no vender nada, la propietaria rechazó la oferta de Zac de llevarse 10 camionetas. “Si permito que la gente compre lo que quiere se van a llevar lo mejor y dejar todo el resto, y a mi eso no me sirve”, explicó.
Fuente: La Nación