Por Paola Alé[email protected]
Las distintas líneas cuentan con posibilidades, aun las que no poseen estructura y un armado departamental. Azules y paquistas están enfrentados por el lanzamiento de Bermejo.
Las distintas líneas cuentan con posibilidades, aun las que no poseen estructura y un armado departamental. Azules y paquistas están enfrentados por el lanzamiento de Bermejo.
Por Paola Alé[email protected]
“Los trapos sucios se lavan en casa”, dice un viejo refrán y es la frase que mejor refleja la situación actual del PJ local. Es que mientras puertas adentro del partido las enemistades políticas dividen más las aguas de las distintas líneas internas, hacia afuera se refleja una aparente calma poselectoral. Pero ahora, con el componente de las PASO provinciales, que cambian el panorama de cara al 2015, todos tienen posibilidades en la carrera a la gobernación, aun los que no cuentan con una estructura y un armado departamental.
Así, mientras Francisco Paco Pérez apuesta todo a armar su propia línea interna (situación que se fortaleció con la llegada de Rodolfo Olfi Lafalla al Ministerio de Gobierno) se enfrenta con el sector azul por el lanzamiento anticipado de la candidatura de Adolfo Bermejo. En el otro extremo, el vicegobernador Carlos Ciurca y los intendentes que conforman la Corriente Peronista siguen fortaleciendo su sector, profundizando el trabajo de territorio y la relación con Daniel Scioli a nivel nacional. Por último, el sector de los hermanos Félix, del Sur, mide sus fuerzas y no se relacionan directamente con nadie mientras no ver un panorama más claro y cercano a las candidaturas definitivas.
El paquismo viene marchando con paso firme desde octubre y se mete de lleno en la interna, aunque al gobernador no le gusta demasiado la denominación, según cuentan sus allegados. Estos prefieren hablar de un “espacio político amplio, en el que habrá lugar para todo el que no pretenda dejarlo afuera como conductor”, sostuvo un colaborador cercano. Estas palabras no apuntan directamente a la línea interna liderada por Ciurca, que manejó las candidaturas que se pusieron en juego en los últimos comicios, sino que tienen otro destinatario.
Si bien hasta octubre jugaron casi juntos, el nuevo enemigo íntimo de Paco proviene del sector bendecido por Juan Carlos Mazzón y tiene nombre y apellido: Adolfo Bermejo. Esto porque en la cena de fin de año de los azules, Bermejo declaró que quería ser candidato a gobernador, posicionándose como el primer peronista capaz de blanquear sus pretensiones después de la feroz derrota de las legislativas. “Paco no va a aceptar otro Bermejo”, afirmó su colaborador.
En verdad, lo que busca Pérez es que su sucesor sea peronista. En Mendoza, y según dicen los militantes, el PJ gana con el 20% de votos cautivos. Este porcentaje lo aportan la Corriente y los azules, espacios que tienen incidencia en los departamentos. Pero con el nuevo esquema de las PASO, el otro 20% lo sumará el aire fresco que quiere introducir el gobernador. Incorporar nombres nuevos es la consigna del paquismo. Y en este sentido ha integrado gente de La Cámpora a sus filas y, por designio de la Casa Rosada, ha dejado afuera a funcionarios de los sectores sindicales (Ariel Pringles y María José Ubaldini).
“Estos son signos para los que creen que Paco se tiene que dedicar sólo a gestionar y no tiene que conducir el peronismo. El gobernador es el conductor nato del partido, y esto es lo que va a reforzar en lo que queda de la gestión”, dicen desde la Casa de Gobierno.
Se sabe que sin intendentes antes de las PASO no se ganaba una interna. Y aunque este flamante escenario sea favorable para Francisco Pérez, se ha acercado a algunos intendentes que si bien pertenecen a una línea interna de un color muy definido, lo han escuchado. Así se mantiene cerca de Roberto Righi (Lavalle), Martín Aveiro (Tunuyán) y Sergio Salgado (Santa Rosa). Aunque no se trate de los departamentos más poblados, Pérez quiere fortalecer esos espacios territoriales.
La enemistad legislativa
La escasez de armado territorial no es el único inconveniente de Pérez en cuanto a las internas. El otro frente de batalla en el que no logra sumar soldados es en la Legislatura. La interna se dejó ver en toda su dimensión el miércoles pasado, cuando el ministro de Hacienda, Marcelo Costa, fue al Senado a defender los números del remozado proyecto de Presupuesto 2014. En medio de la discusión, y luego de haber asegurado que no iba a haber recortes en los números de ninguna entidad estatal, recibió un “revés” proveniente de su propio partido. Es que el azul Jorge Tanús (presidente de la Cámara de Diputados) le interpuso un proyecto de su propia autoría: la idea de que todas las reparticiones hicieran un recorte del 5% en sus gastos para cubrir el endeudamiento pedido a los legisladores, que alcanza una cifra de $1.500 millones. Como ejemplo, Tanús lo hizo en la Cámara Baja, a la que le restará $11 millones.
En la Legislatura los bloques están prácticamente copados por azules, integrantes de la Corriente y gente de Integración. Esto complica el panorama del Ejecutivo, que debe traccionar sus proyectos con sudor. La prueba está en las demoras para aprobar la pauta 2014, que sigue en veremos.
Nuevo cónclave
Luego de imponer su lista en las legislativas y a pesar de haber perdido, la Corriente Peronista sigue fuerte y así lo demostrará en una o dos semanas. Es que volverá a armarse un cónclave en el que sus principales referentes (el vicegobernador, el diputado nacional Alejandro Abraham y el intendente de Las Heras, Rubén Miranda) intentarán rearmar la tropa sin perder a uno de sus principales adalides: el intendente de Luján, Carlos López Puelles. Es que este cacique comunal ha estado en conversaciones con la gente del Frente Renovador –el partido de Sergio Massa– que lo quiere en sus filas.
En este panorama los únicos que quedan aún “sin clasificar”, son los hermanos Omar y Emir Félix, jefes políticos del peronismo del Sur. Según dicen los demás peronistas, los Félix hacen su juego y nunca están demasiado cerca ni demasiado lejos de ninguna de las mencionadas líneas internas. Por ahora han logrado un buen lugar para Omar Félix, que pagó el mayor costo de la derrota de las legislativas.
Trío poderoso
Rubén Miranda, Carlos Ciurca y Alejandro Abraham. La Corriente peronista. Sigue fortaleciéndose gracias a su poder en el territorio, proveniente de sus caciques comunales y de su tropa de concejales y legisladores. Sin embargo, están intentando no perder a uno de sus principales hombres, Carlos López Puelles, quien está muy cercano al Frente Renovador, el partido de Sergio Massa.
Los hermanos
Integración. Los hermanos Omar y Emir Félix, líderes políticos del Sur provincial, no se “casan con nadie”. Por ahora prefieren aguardar para mostrarse más o menos cerca de las demás líneas internas. Se están rearmando luego de la derrota electoral de octubre, que dejó a Omar Félix fuera del Congreso de la Nación.
Hombres de Pérez
Guillermo Elizalde, Marcos Zandomeni. El Paquismo. Es el sector que está armando Francisco Pérez, integrado por los ministros (excepto Leonardo Comperatore, que es un nombre impuesto por Carlos Ciurca). No cuenta con armado territorial, pero sí con el poder impuesto por el gobernador. Absorbe al componente más kirchnerista del gobierno, como los camporistas.
Mazzón, el líder
El sector azul. Los azules, liderados como siempre por Juan Carlos Mazzón, siguen contando con algunas intendencias (San Martín y Maipú las más importantes) y un grupo de parlamentarios. Se enfrentaron políticamente con Francisco Pérez por el lanzamiento anticipado de Adolfo Bermejo como candidato a gobernador.