El flamante subsecretario de Energía y Minería, Emilio Guiñazú, anunció que buscará que la minera Vale reactive su proyecto de potasio en Malargüe. De lo contrario, no descartó sacarle la concesión

"Desafío a cualquiera: a la minería hay que sacarle emotividad y darle más tecnicidad"

Por UNO

Sara González

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Dejó su cargo de director comercial y su carrera de 20 años en IMPSA (Industrias Metalúrgicas Pescarmona), para aceptar la convocatoria de Enrique Vaquié, el ministro de Economía, Infraestructura y Energía, y hacerse cargo de la subsecretaría de Energía y Minería.

Emilio Guiñazú es especialista en desarrollos de energía eólica y participó en la concreción del mayor parque que se instaló en Pernambuco, Brasil.

Ahora tiene dos objetivos centrales: desarrollar proyectos basados en la energía que dan los vientos, tomando como puntapié inicial el proyecto de El Sosneado, en Malargüe; y desmontar la crispación que produce el solo pensar en minería.

"Desafío a cualquiera: hagamos una cata a ciegas. Cuánta agua se gasta en la agricultura que riega a manto y cuántos pesos le ingresan a la provincia; y cuánta agua se utiliza en un proyecto minero y cuánta plata le significa a Mendoza. Comparemos con cualquier actividad, con la que gusten -siguió el funcionario- turismo, la actividad petroquímica, la agroindustria. ¿Cuánto recurso hídrico utilizan y cuánto empleo generan, cuánto desarrollo sustentable aportan, cuál es el promedio de los sueldos que pagan?. Comparemos todo y después hablemos".

En suma, "a la minería hay que sacarle emotividad y darle más tecnicidad", concluye el ingeniero industrial.

De esta manera Guiñazú se atreve a patear el tablero y azuza al resto a redefinir preconceptos.

-Usted sabe que pese a la necesidad de generar empleo la minería tiene resistencia social...

-La provincia necesita desesperadamente nuevos vectores de desarrollo económico. La resistencia social se puede bajar con una discusión que tiene que ser constructiva. Hay que bajar el nivel de los aspectos subjetivos y levantárselo a los técnicos. Hoy sólo se discute desde lo subjetivo. Existe información técnica que entra dentro de una caja de resonancia en donde se le van agregando un montón de cosas. Yo desafío a cualquiera a hacer un análisis serio. Una cata a ciegas para analizar cuánta agua se gasta con el riego a manto en la agricultura, por ejemplo.

-Esa opinión genera rechazo. Por ejemplo, la industria de vino está santificada y la minería está demonizada...

- Insisto, hay que hacer un análisis objetivo. Hay que darle tecnicidad al tema. La vitivinicultura es de gran importancia pero la realidad es que vivimos del petróleo y de sus derivados. La marca provincia está asociada a la vitivinicultura, pero en los números fríos, un gran porcentaje de los ingresos vienen de los hidrocarburos.

-¿Cuál es proyecto número uno en minería?

-Potasio Río Colorado, que está muy avanzado. Vamos a hacer cumplir el contrato y si no vemos voluntad de resolver el problema por parte de la empresa, tomaremos cartas en el asunto. Nosotros les pedimos definiciones. Según el Código Minero, las firmas pueden estar hasta tres años sin efectuar inversiones. Cumplido ese plazo el Estado puede quitar la concesión. Ese plazo a Vale se le cumple a principios de 2017.

-Siendo que quiere impulsar la minería, llama la atención que haya confirmado en su cargo al anterior director del área, Carlos Molina, que viene de la gestión de Francisco Pérez. ¿Por qué la determinación?

-Porque es un profesional sólido, y no queremos perder tiempo empezando de cero cuando ya hay personas competentes que vienen trabajando bien.

-En energías primarias, ¿cuáles son las que más interés tiene en desarrollar?

-La energía eólica y la solar, que tienen un gran potencial.

-¿Hay emprendimientos de energía eólica o solar en danza?

-En eólica hay un proyecto en El Sosneado, Malagüe, para desarrollar 150 megavatios; y uno de energía solar, en Cacheuta. Además se están instalando torres de medición de viento para detectar zonas éolicas. Hacen falta uno a dos años de mediciones para luego iniciar un emprendimiento. Poniéndole los datos de viento en la mesa a un inversor, aceleramos dos años la concreción de una inversión.

-De todos los proyectos que hay en marcha ¿Cuál es el primero que usted quisiera desarrollar?

-Hay que coordinarlo con la Nación. Hay que ver qué es lo que se necesita a nivel nacional y qué tipo de energías se quieren desarrollar,y nosotros ofreceremos los proyectos más adecuados. Tenemos las presas hidroeléctricas de Los Blancos (está todo contratado cuando se resuelva el tema financiero arranca) y Portezuelo del Viento (hay que ver en qué estado está), entre otros. Hay mucho potencial en la energía eólica. Mendoza está dentro de un sistema eléctrico, no somos una isla, por eso hay que trabajar en forma unificada.