Por Javier [email protected]
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Un día entero para la alegría, para suspender el malhumor y reírse, salir a la calle, mirar al vecino y olvidar rivalidades, dejar los autos a un costado y que los niños corran libres sin miedo a ser atropellados, para que los adolescentes recarguen bombitas, baldes y botellas con agua de la acequia para perseguir en tribus a las chicas, mientras los más grandes sacan sus reposeras y trasladan las charlas y los mates a la vereda. Un día fuera de la rutina para que las expresiones artísticas del barrio ocupen todas las miradas.
Siguiendo al pie de la letra cada una de estas consignas, se vivió con éxito ayer una nueva jornada de Carnaval en Mendoza, que en esta oportunidad cambió de modalidad y se trasladó del parque General San Martín a los departamentos. Las Heras y Guaymallén fueron este año los sitios elegidos y los anfitriones de la festividad popular que contó, como ocurre en cada nueva edición desde hace cuatro años, con una multitudinaria asistencia de la comunidad.
A partir de las 19 y con una previa que comenzó dos horas antes (ver aparte), la calle San Martín, entre San Luis y María Godoy, y también a sus alrededores, quedó completamente cortada para dar lugar a un desfile de más de 35 agrupaciones callejeras, entre las que había murgas, comparsas y comunidades de etnias americanas.
En simulténeo, el Espacio Cultural Julio Le Parc invitó a cerca de 300 artistas, pintados y con coloridos atuendos, para contagiar de ritmos alegres a los cientos de espectadores que se arrimaron al escenario montada en la explanada para desplegar carnavales andinos, uruguayos y cariocas, tambores, sicuris y danzas africanas e inundar de movimiento, entusiasmo y música la tarde.
La vuelta de esta celebración al calendario –quitada por el gobierno de facto en 1976– fue restituida por decreto nacional en el 2011, cumpliendo así un viejo sueño de murgueros.
La ChayaEl origen de una palabra. La Chaya fue un rito religioso celebrado por las tribus americanas antes de la Conquista. Chaya es una palabra quechua que significa “agua de rocío”, y por extensión chayar significa mojar y salpicar. Actualmente es un festejo popular muy reconocido en las provincias del Norte argentino, principalmente en La Rioja.
Rey MomoDe dioses y tradiciones. Se conoce como Rey Momo al dios del Carnaval. Se trata de una tradición que viene de la antigua Roma, donde se le rendía culto a esta figura, un personaje desfachatado y cargado de pura diversión. Amigo de los excesos, atrevido y burlón, simbolizaba lo que los emperadores de ese momento querían para las fiestas.
Los corsosUn circuito de bailes. El corso es una de las manifestaciones más populares del carnaval. Se caracteriza por tener un circuito por el cual desfilan comparsas, murgas, carruajes y disfraces. En Mendoza existen más de 30 corsos barriales realizados por uniones vecinales y bibliotecas populares. Con el tiempo se han convertido en símbolo de la cultura popular.
Murgas propiasEstilos que se renuevan. Las murgas mendocinas nacieron en 1990, al calor del reciente advenimiento democrático y a partir de la tradición murguera porteña. Con la incorporación de ritmos andinos como el huayno y un baile propio fueron copando las barriadas. Actualmente son numerosos los grupos callejeros que mantienen con vida este arte.
Otras culturasComunidad boliviana. Es una de las más importantes en Mendoza, por darle un impulso fundamental al trabajo de la tierra. El Carnaval constituye para esta comunidad una fiesta relacionada con la siembra y la rendición del tributo a la Pachamama. Proponen al carnaval de la provincia danzas típicas como el tinku y la morenada, entre otras.
Agua y espuma antes del showEn Guaymallén y Las Heras la previa a los festejos de Carnaval se vivió desde muy temprano. A eso de las 17, tanto el Espacio Cultural Julio Le Parc como el circuito montado sobre la calle San Martín pasando el zanjón de Los Ciruelos estuvieron repletos de gente con botellas cargadas con agua y cientos de latas de espuma de nieve.
Correteándose en tribus y a las carcajadas, los más jóvenes aprovechaban para mojar a los más viejos, que tomaban mate tirados a un lado de la calle o en el pasto, mientras desde Cultura y el Municipio se ultimaban los detalles para comenzar con los espectáculos de música y baile preparados para la ocasión.