Detuvieron a una pareja en una misérrima morada. Desmintieron la versión de que comían a los canes y se habla de un ritual.

Así se inició la investigación de los perros colgados en Mendoza

Por UNO

Daniel sale en su bicicleta a andar por el barrio. Pedalea tal vez fantaseando con que es un competidor de cross. Uno de los callejones del predio del complejo Dinosaurio, en Las Heras, es la pista perfecta para tomar carrera. Sin embargo, una imagen corrompe el juego. En una hilera de olivos, dos perros, cachorros de pocos meses, muertos desde hace un tiempo, penden de unas sogas. Uno está casi sentado, sin apoyar las patas delanteras. El otro, a 50 metros del primero, cuelga a un metro del piso con la boca abierta denunciando la asfixia que le produjo la muerte.

“Vino corriendo y me contó llorando lo que había visto. Fui, saqué fotos, las subí a Facebook y convoqué a protectoras para que me ayudaran”, relató Graciela (40), una proteccionista independiente de la zona que recibió el alerta del chico, cuyo nombre se resguarda por cuestiones legales.

IndiciosLa mujer consiguió, por primera vez en mucho tiempo, que las autoridades le prestaran atención. Es que las fotos ofrecían un claro indicio de una violación a la Ley Sarmiento, que sanciona la crueldad animal.

En una casilla con nailon como paredes y chapas como techo, ubicada a la vera de la calle Eva Duarte de Perón, a unos mil metros al norte de la coqueta torre Parque Milénica y a unos 500 metros al este del hospital Carrillo, una pareja joven y un pequeño de un año y medio miraban impávidos el despliegue policial.

Junto con el fiscal Fernando Giunta y el ayudante fiscal Agustín Quiroga, de la Oficina Fiscal Nº6 de Las Heras, llegó personal de Investigaciones. Fue la propia Graciela quien los guió hasta los cuerpos de los animales. Con la correspondiente orden, se allanó el lugar y se detuvo a los adultos sin resistencia alguna, mientras que el chico sería puesto después bajo custodia del Órgano Administrativo Local (OAL) para tutelar sus derechos.

RastrillajeEn el lugar, los policías encontraron, además, el cuerpo de otro can, al parecer una hembra dogo que habría muerto de inanición y deshidratación atada a una cadena.

Metros más allá, unas bolsas de plástico destilaban un olor pestilente que presagiaba más cadáveres, con lo cual el fiscal Giunta consideró pertinente convocar a la Policía Rural para realizar un rastrillaje más exhaustivo.En la puerta, mientras tanto, más y más proteccionistas se autoconvocaban, sumadas a vecinos y curiosos que aportaban “datos” a la escena.

El rumor más fuerte que se corría era que en ese lugar se mataba a los animales para luego comerlos, versión que fue desmentida por el fiscal Giunta.

El magistrado aseguró: “No hemos encontrado ningún elemento que avale esta teoría. Además, los cuerpos están en un estado de descomposición tal que no evidencian ninguna maniobra de faena”.

Otra de las pistas que investiga la Justicia es la posibilidad de que la matanza forme parte de un ritual de alguna práctica religiosa, según han indicado algunos vecinos.

La pista umbanda: suelen recurrir al sacrificio de animales basura y suciedadUn pequeño cantero con plantas, unas flores de plástico, una figura de cerámica de unos 25 centímetros de alto y restos de una fogata llamaron la atención del fiscal que investiga el caso de los perros que aparecieron muertos y colgados en una propiedad de Las Heras.

Teniendo en cuenta el contexto de basura y suciedad de la casilla ubicada a la vera de la calle Eva Perón, en Las Heras, donde la policía detuvo ayer a una pareja acusada de maltrato animal, ese cantero se veía demasiado cuidado. El fiscal ordenó retirar la figura para su evaluación. Según vecinos, por las noches se quemaban cosas y eso puso a rodar la pista umbanda, que suele recurrir al sacrificio de animales.

Los detenidos y su pequeño hijo vivían en la miseria absolutaUna de las cosas que más llamó la atención de los periodistas que ayer estuvieron en la “casa de los perros colgados” fue el estado de pobreza alarmante en la que vivían los moradores, muy cerca del hospital Carrillo.

 Embed      
Tristísimo. La proteccionista Graciela (arriba), junto a una compañera, analiza uno de los cuerpos de los perros encontrados cerca del hospital Carrillo.
Tristísimo. La proteccionista Graciela (arriba), junto a una compañera, analiza uno de los cuerpos de los perros encontrados cerca del hospital Carrillo.
 Embed      
 Embed      
Horror. Esta perra dogo había sido vista hace unas semanas por los vecinos de la zona. Ayer apareció muerta, probablemente por inanición y deshidratación, atada con una cadena al cuello.
Horror. Esta perra dogo había sido vista hace unas semanas por los vecinos de la zona. Ayer apareció muerta, probablemente por inanición y deshidratación, atada con una cadena al cuello.
 Embed      
¿Ritual? Esta figura llamó la atención del fiscal Giunta.
¿Ritual? Esta figura llamó la atención del fiscal Giunta.