mendocinos
"Durante los nueve meses que escribí el libro renuncié a todo: trabajo, redes sociales, sólo necesitaba hacer una pausa y escucharme a mí misma"

Una mendocina es la autora de un exitoso libro de autoayuda

Por UNO

Fue por el famoso balance de fin de año, ese que comenzamos más o menos para esta fecha y llega a su punto culminante el 1 de enero, cuando despertamos con dolor de cabeza y resaca, y con culpa por todos los asuntos pendientes, que vuelven.

Para Andrea Villegas, autora del libro Una pausa en tiempo exprés -además ha traducido los temas que trata en sus páginas en videos que sube a YouTube y tienen miles de visitas- esta crisis de fin de año casi le vale la vida. Sin embargo, también fue su salvación. Pudo parar, pensar y escribir para poder comenzar de nuevo.

Hasta ese momento había sido publicista, productora y conductora de televisión, pero desde ese instante, sólo fue escritora.

-¿Cómo surgió tu libro?

-Era Año Nuevo del 2016 y estábamos brindando, en Chile, con mi familia y amigos. En el lugar en donde estábamos, había un balconcito que daba al mar. Llegué al balcón y fue un flash. Me habían pasado muchas cosas, cambios, decisiones, lo que nos pasa a todos. No había parado un segundo. No me explicaba nada de lo que hacía, porqué decía sí, porqué decía no. Porqué renunciaba a lo que renunciaba, porqué aceptaba lo que aceptaba.

Me quedé con la copa mirando el mar y empecé a llorar. Pensé en tirarme. Ahora me doy cuenta de que es algo que a mucha gente le pasa.

-Pero finalmente tomaste otra decisión.

-Fue una determinación del momento: o saltaba por el balcón o me ponía a escribir. Y eso hice. Estaba prendida la computadora de mi papá que había estado mandando mails de fin de año. Me tiré sobre la computadora y empecé a escribir, y durante 9 meses, fue lo que hice: escribir y pensar.

-¿Habías escrito antes?

-Desde los 12 años escribo poesías. He participado en muchas antologías. Pensé que iba a escribir una poesía y a llorar, a descargarme y seguir. No quería que nadie me viera llorar porque la tristeza tiene muy mala fama. Me puse a escribir y terminé el primer capítulo del libro. Lo dejé y cuando la gente se fue, me puse a escribir de nuevo y no paré. Esos meses me quedé a vivir en Chile hasta que terminé el libro.

-¿Qué tenías pensado hacer ese año?

-En realidad, la semana después del 1 de enero tenía que regresar y entrevistar a Ricky Martin para el programa que conducía por América: Es lo que hay. Ya había pautado la nota, estaba feliz y cuando empecé a escribir, me di cuenta de que no había nada más importante que yo.

Pero fue durísimo, porque lo próximo que escribí en la compu fue la carta de renuncia a mi trabajo, ver cuántos ahorros tenía y me decidí a dejar todo. Mi único pensamiento era escribir, ordenarme, hacer una pausa. Necesité escucharme a mí misma, tocar mis fibras íntimas y ver la imperfección de mi persona.

-¿Qué hiciste concretamente en esos nueve meses?

-Escribía, principalmente eso. Y trataba de ordenarme. No tenía una rutina. Fue un momento único, fue como poner música y bailar sin poder después reproducir lo que hice. Sólo me estaba moviendo con la música. Yo podría contar la historia de otra manera, contar algo que me dejara mejor parada, pero no hay nada mejor que ser vos.

-¿Todo el libro lo escribiste en Chile?

-Sí, estuve 9 meses instalada allí escribiendo. A lo mejor no todo el mundo puede hacer esto. No todo el mundo se da cuenta de lo importante que es parar. A mí me sirvió y lo quise compartir. Lo hice porque quizás transitando mi duelo y mi reconciliación, las personas que me leyeran se animarían a atravesar su propio duelo.

-¿Qué pasó cuando terminaste de escribir?

-Me animé a presentarlo a editoriales. Mandé el manuscrito a 12 editoriales y recibí nueve contratos en un mes. Se editó en una editorial de Portugal, que tiene mucho éxito en España y la primera edición se agotó. Ahora Una pausa en tiempo Exprés va por su segunda edición

-¿Por qué que es tan exitoso lo que escribís?

-Porque se necesita hablar de esto y nadie te habla. Todos escondemos y tenemos muchas caretas. Que alguien hable con la verdad, que te diga que está padeciendo insomnio, que está buscando cómo curarlo, son cosas que nos dan vergüenza. Creemos que no le pasa a nadie y le pasa a muchísima gente.

-El libro se vende en Argentina?

-Pude traerlo para acá después de muchos conflictos, porque antes era como traer artículos de electrónica, como importar celulares, televisores. Corre como cualquier producto extranjero, aunque seas la autora.

Entré como en un estado de crisis, porque cómo no voy a tener el libro acá. Quise salir adelante. Pensé que si no podía salir esto en el momento, tenía que acercar el contenido.

-Finalmente pudiste hacerlo

-Sí, porque quería hacer llegar esos mensajes que no son una fórmula mágica, sino experiencias que se comparten y a partir de allí se trata de encontrar un punto para estar bien.

-¿Cómo lo conseguiste?

-El tema es que se me ocurrió hacer un canal de YouTube y subir videos hasta que llegara el libro. La gente se copó. En una semana, el primer video llegó a 70.000 visitas. Inmediatamente, con la productora que los realiza, tuvimos que sacar otro. Así me di cuenta de que cada video que subía la gente lo iba compartiendo. Uno superó en 72 horas las 100.000 visitas.

-¿Te sorprende el fenómeno?

-¡Claro que sí! Sinceramente no lo puedo creer. ¡En cuatro meses pasó todo esto! Ahora también estoy preparando una serie de charlas que realizaré en todo el país.

-¿Sentís que le llegás a la gente?

-Es así. Esto está resultando porque es un disparador de conciencia, una idea. Yo pongo un tema en la mesa, de lo cual no se está hablando. Por ejemplo, por qué nos cuesta tanto estar solos. Cuánto nos cuesta descansar, qué pasa cuando a los límites del otro los hacemos propios. El otro te dice que sos algo y te lo empezás a creer.

-¿Qué significa para vos hacer una pausa?

-Pausa no quiere decir que voy a detenerme para siempre, sino que voy a parar un poquito para ver por qué estoy donde estoy y hacia dónde quiero ir. Desde un modo amable y amoroso conmigo.

-¿Tu libro se puede inscribir en el género autoayuda?

-Se terminó transformando en un libro de autoayuda. La gente empezó a decir que la había ayudado. Los mails que me llegan constantemente me lo confirman. A diario me llegan mensajes sobre lo que a mis seguidores les pasa con lo que leen. No me escriben pocas palabras, sino largas cartas contándome su experiencia.

-¿Sus experiencias son similares a la tuya?

-Lo que escribí fue a partir de un diálogo interno y no pensaba editarlo. Por eso está escrito con mucha crudeza. No le cambié ni una coma. Las personas que leen mi historia de vida al principio la sienten ajena a ella y después se acercan porque tienen vivencias muy parecidas a la mía.

-¿Qué fue lo más difícil en esos 9 meses que "paraste"?

-Meditar y pensar, y estar en el aquí y ahora. Con todo lo que eso implica. No es nada fácil. Es complicadísimo y estresante. Te das cuenta de que hay cosas que están en tu aquí y ahora que yo nunca había notado. Esa presencia en un tiempo que es a la vez presente, pasado y futuro, es muy fuerte. Pero fue lo que me ayudó a empezar de nuevo.