Le habían matado a su perro. Lo fue a reclamar. Terminó recibiendo una brutal golpiza y un disparo que le quitaron su vida. Ahora, los cinco sospechosos de este crimen ocurrido en noviembre de año pasado en Las Heras continuarán tras las rejas.
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Esteban Alvarado (24), conocido como Tiki Tiki, murió desangrado por una fractura de fémur que hirió su arteria femoral. Todavía no esta claro si la lesión se produjo por el disparo que recibió o por las patadas que le dieron en el piso, pero lo concreto es que fue víctima de un ataque en patota.
El viernes pasado se dictó la prisión preventiva contra Mariano Agustín Sánchez, Marcos Antonio Lucero Arriesta, Gustavo Eduardo Ulloa y los hermanos Alexis Iván y Marcos Ariel Lucero Domínguez.
La defensa de los acusados había solicitado la libertad o prisión domiciliaria basados en un cambio clave: para ellos no hubo intención de quitar la vida.
Los abogados argumentaron que Sánchez no disparó a partes vitales del cuerpo y que tras el ataque los implicados le hicieron un torniquete a la víctima -estuvo 3 horas más con vida- y hasta llamaron a una ambulancia. Ante esto reclamaron que el caso sea considerado como homicidio culposo -de 1 a 5 años- u homicidio preterintecional -de 1 a 3 años-.
Sin embargo, el juez Gabriel Bragagnolo se inclinó por la tesis del fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello y dictó la prisión preventiva bajo la calificación de homicidio agravado
Brutal ataque
En la madrugada del sábado 2 de noviembre pasado, Esteban Tiki Tiki Alvarado se encontraba en el interior del asentamiento Villa Junín, ubicado en Las Heras. En ese momento fue abordado por una patota que le efectuó un disparo en su pierna y le propinó una golpiza.
Según declaró la madre de la víctima fatal en el expediente, Alvarado había ido a reclamarle a un grupo de jóvenes que había matado a su perro. Sin embargo, algunos investigadores creen que un trasfondo narco motivó el crimen.
