A las 16.30 de este lunes, Leonardo Ariel Medina (31) se sentará en el banquillo de acusados. La Justicia buscará definir si abusó o no a una joven de 21 años en un boliche ubicado en Chacras de Coria a fines de 2017.

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Está previsto que el debate, donde el acusado arriesga de 6 a 15 años de cárcel, se extienda hasta el próximo miércoles.

Fuentes judiciales adelantaron que la defensa buscará demostrar que en realidad se trató de una relación sexual consentida entre el barman y la joven, que en ese momento tenía 21 años.

Durante el juicio se mostrarán las imágenes de las cámaras de seguridad -para la defensa se ve caminar a la joven normalmente-, se ahondará en las lesiones que presentó en sus partes íntimas y hasta declarará el especialista en toxicología Sergio Saracco.

Por el lado de la acusación, la fiscal Laura Rousselle y el abogado querellante Fernando Peñaloza insistirán con la tesis de que se trató de un abuso sexual con acceso carnal. Enfrente tendrán al abogado defensor Juan Roccuzzo.

Será el juez Gonzalo Guiñazú quien, probablemente el próximo viernes, dicte sentencia.

El caso

El sábado 4 de noviembre de 2017, un grupo de amigos y amigas se dirigieron al boliche Al Sur. Según la investigación, una de las jóvenes tomó contacto con un chico que le convidó algunos tragos y minutos después se desvaneció. Tras buscarla varias horas, sus amigas la encontraron tirada en un sillón y horas después radicó la denuncia. El CMF constató lesiones compatibles con un acceso carnal.

Dos días después, personal policial acudió al lugar para llevarse las grabaciones de las cámaras de seguridad. Como era demasiado material, dejaron algunos discos descargando la información durante la noche, pero cuando acudieron al otro día habían realizado un boquete y se habían llevado los elementos. Es por esto que se generaron dos expedientes más: uno penal por el robo -ahora acumulado al del abuso- y otro administrativo para determinar el accionar de los uniformados.

Medina fue detenido al mes siguiente tras un allanamiento en su casa del barrio Paraguay de Guaymallén. Desde entonces, se encuentra privado de su libertad.

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