Tras una década sin una respuesta certera, una joven de 13 años solicitó volver a declarar para narrar los abusos sexuales que habría sufrido por parte de su padre. La Justicia avaló la voluntad de la víctima y será la tercera vez que brinde su relato en el expediente.
El juicio en el que se encuentra acusado S.D.B. -se reserva su identidad para no develar la de la víctima- comenzó en noviembre. El hombre de 43 años está acusado de encerrarse en la pieza de un domicilio en Maipú para tocar y masturbarse con su hija, quien en ese entonces tenía entre 2 y 3 años. Arriesga entre 8 y 20 años de cárcel por abuso sexual gravemente ultrajante en un número indeterminado de veces agravado por el vínculo.
El debate se encontraba suspendido ya que la víctima había manifestado su intención de declarar pero las partes decidieron evaluar si era pertinente. Este lunes se realizó una audiencia preliminar en la que peritos psicólogos la abordaron en cámara Gesell y confirmaron que puede brindar su testimonio. La fecha será el próximo 6 de marzo.
La duda surgió porque la menor declaró por primera vez en 2009, luego de que su madre realizara la denuncia formal en el expediente. En esa ocasión ratificó los hechos a los cuales era sometida. Por ejemplo, dijo que su progenitor le decía que no confesara lo que ocurría porque si no, "no hay más postrecito".
En 2011 se realizó el primer juicio contra S.D.B. y la menor declaró por segunda vez, pero los jueces Víctor Comeglio y Lilia Vila absolvieron al acusado ya que no valoraron los testimonios de la víctima argumentando que no pudieron ser controlados por la defensa. El magistrado Julio Carrizo votó en disidencia y dijo que debía ser condenado a 12 años de cárcel.
Tanto el fiscal Javier Pascua como el abogado querellante Oscar Mellado apelaron el fallo y lograron que la Suprema Corte de Justicia lo declare nulo hace casi un año. Es por esto que el sospechoso se encuentra de nuevo en el banquillo de acusados.
