El personal de aduana notó que su ropa tenía un volumen inusual durante la revisión de rutina y, al inspeccionarlo, descubrió que llevaba la elevada suma de dinero pegada al cuerpo: en total 339 billetes de la moneda estadounidense.
Según la legislación chilena, toda persona que cruce la frontera con más de 10.000 dólares o su equivalente debe declararlo ante las autoridades.
Henry Domingo, director de la Aduana Regional de Los Andes, subrayó que “estos procedimientos son muy importantes para controlar los flujos de dinero transfronterizos y evitar que ingresen al país divisas de dudosa procedencia o destino”.
El caso quedó enmarcado en el artículo 4° de la Ley N°19.913 sobre lavado de activos, que obliga a declarar sumas iguales o superiores a los U$S10.000.
Las autoridades retuvieron todo el dinero, lo entregaron a Carabineros y notificaron del hecho a la Unidad de Análisis Financiero (UAF) y al Ministerio Público chileno.