Macarena Vera - Reina de la Flor de la Tradición 2025
Sus abuelos le inculcaron el amor y respeto por las costumbres y el folclore que le dan identidad a Mendoza.
Foto: Axel Lloret /Diario UNO
Ese arraigo no es un detalle menor. Macarena no es solo una joven que baila folclore: es el testimonio vivo de una cultura que resiste al olvido, que sigue latiendo en los pueblos y en la memoria de quienes, como ella, llevan la tradición de primera piel.
Para estudiar kinesiología y fisioterapia se vino solita de La Paz a Guaymallén, su sueño es dedicarse a la equinoterapia, uniendo su vocación profesional con su amor por el campo y los caballos. Mientras, no se distancia de sus raíces y como bailarina folclórica sigue dando clases en Desaguadero para niños, jóvenes y adultos.
Desafíos de una reina en medio del ruido de la ciudad
La vida universitaria le impuso a Macarena Vera el desafío de adaptarse a los ritmos vertiginosos del Gran Mendoza -donde la boina es casi una rareza y donde aprender a usar la Sube fue su primera gran conquista-.
Sin embargo, Macarena nunca perdió el rumbo: su origen está firmemente anclado en Villa Antigua y Las Chacritas, los distritos rurales de La Paz donde vienen sus abuelos y donde acunó su feliz infancia.
Su elección como Flor Provincial de la Tradición 2025, en noviembre del año pasado, no fue fruto del azar ni de una simple inscripción a un certamen de belleza. Fue, como ella misma dice, “un sueño cumplido”.
Macarena Vera Reina de la Flor de la Tradición 2025
La reina da clases de folclore en Desaguadero, en su La Paz natal, y visita escuelas para difundir las costumbres y tradiciones mendocinas.
Foto: Axel Lloret /Diario UNO
No solo porque ama bailar folclore -condición indispensable para representar esta figura-, sino porque desde siempre supo que la cultura criolla era parte esencial de su identidad.
El proceso de selección no es sencillo ni superficial para ser Reina de la Flor de la Tradición. Las candidatas no se eligen por votación popular, como suele ocurrir con la Reina de la Vendimia.
La Paz como punto de partida para conquistar Mendoza
Aquí se trata de un concurso, con un jurado de figuras selectas, y las candidatas deben pasar por tres etapas: preguntas sobre cultura tradicional, interpretación de una danza (a Macarena le tocó rendir el “sereno”, por ejemplo) y una exposición oral sobre símbolos patrios, bailes folclóricos, comidas típicas o hasta el recitado de una parte de la mismísima obra del Martín Fierro.
Durante horas, frente a un jurado especializado, Macarena desplegó no solo sus conocimientos sino también su pasión genuina por lo que representa.
Lamenta que de los 18 departamentos se hayan presentado 13, pero no descansará hasta ver popularizada, como la Vendimia, esta celebración tradicional que mantiene su autenticidad y respeto por las costumbres y tradiciones mendocinas.
Macarena Vera - Reina de la Flor de la Tradición 2025
En las celebraciones vendimiales Macarena Vera representó a la Flor de la Tradición este año.
Foto: Gentileza Macarena Vera
“Fui a hacer la competencia con lo que me salía del corazón”, recuerda. Y fue ese amor por sus raíces lo que la distinguió entre las demás candidatas a reina.
La Flor de la Tradición -parte fundamental de la Federación Gaucha de Mendoza- es mucho más que un título. Es un símbolo viviente de la identidad cuyana. No es casualidad que esta figura esté íntimamente ligada a la flor de la jarilla, esa pequeña flor amarilla que desafía los desiertos y representa la tenacidad del pueblo cuyano.
Cuando la tradición salta tranqueras a cualquier lugar
La Flor de la Tradición es, en esencia, esa mujer que florece en medio de la adversidad, que resiste, que guarda en sus gestos y en sus palabras la esencia de lo gauchesco. Sin embargo, a pesar de su historia y de sus más de cuatro décadas de vigencia, la celebración aún es desconocida para buena parte de Mendoza.
Macarena lo sabe bien. Al llegar a la ciudad descubrió que muchos de sus compañeros de facultad “ni siquiera sabían que La Paz existía”, ni mucho menos que “en su propio departamento de Guaymallén había una representante de la Flor de la Tradición”, nos comenta la reina todavía asombrada.
Por eso, uno de los grandes desafíos que se ha propuesto es difundir la Flor de la Tradición, sobre todo entre los más jóvenes y a través de las redes sociales.
Macarena Vera - Reina de la Flor de la Tradición 2025
Con mate en mano, boina, bombachas de gaucho y alpargatas, Macarena sale de La Paz para revalorizar la tradición cuyana.
Foto: Gentileza Macarena Vera
“La idea es que vean que no tienen que irse a un pueblo muy alejado para vivir la tradición. La tradición la puede vivir cada uno desde su lugar”, asegura con convicción la joven que es católica y que a la Virgen de la Carrodilla agradece su presente y se cobija en ella de cara al futuro.
Con este objetivo claro de promocionar la Flor de la Tradición, el miércoles 25 a las 18 el Teatro Plaza será el escenario de un hecho histórico: por primera vez, las candidatas a la Flor de la Tradición 2026 compartirán escena con mujeres malambistas, uniendo dos expresiones culturales que representan la fuerza femenina en el folclore.
La Flor de la Tradición llega por primera vez al Gran Mendoza
El espectáculo, organizado por Sergio Magallanes, director de la Escuela de Vendimia Chacaymanta, será parte del Encuentro Federal de Danzas, un evento que apunta a visibilizar este rincón tan valioso de la tradición mendocina.
Acompañando a Macarena estará también Magaly Allende, la segunda paisana provincial -una virreina de la Vendimia si se comparan ambas elecciones de soberanas-.
Y mientras se acerca la elección definitiva de la Flor Provincial de la Tradición 2026, que como cada año se celebrará en noviembre en San Carlos, Macarena sigue trabajando para cumplir otro de sus sueños: llevar la cultura y las costumbres de nuestra tierra a las escuelas.
Macarena Vera, Reina de la Flor de la Tradición 2025 junto a Sergio Magallanes, director de Chakaymanta, y Maribel Reyes coordinadora de flores y paisanas de la Tradición
Macarena con Sergio Magallanes, organizador del evento del miércoles, y la coordinadora de flores y paisanas de la Tradición, Maribel Reyes.
Foto: Axel Lloret /Diario UNO
Quiere que los niños aprendan a reconocer una montura de caballo, a distinguir los sonidos del folclore, a saber qué es un relincho o una resfalosa cuyana. Quiere que la tradición no sea solo un recuerdo de los mayores, sino un patrimonio compartido por todas las generaciones de mendocinos.
Reina de poncho y alpargatas que canta versos de tradición
Las reinas de la Flor de la Tradición no portan corona bañadas en oro ni vestidos de autor. Ellas, como Macarena, llevan orgullosas su cetro y su poncho, los atributos “reales” que la distinguen y representan.
Cambian los tacos por zapatos de folclore o simplemente alpargatas que les auguren dejar su huella en el mismo camino de la tradición que las lleva a convertirse en reinas.
Macarena Vera - Reina de la Flor de la Tradición 2025
La Reina de la Flor de la Tradición se vino de La Paz a Guaymallén para estudiar kinesiología. Quiere dedicarse a la equinoterapia.
Foto: Gentileza Macarena Vera
Con la dulzura y la seguridad que la caracterizan, antes de despedirse Macarena Vera quiso dedicarle a los lectores de Diario UNO unas coplas llenas de cariño y pertenencia, en un gesto que resume su amor por su pueblo y por la cultura que representa:
"Hoy los quiero saludar porque lo encuentro oportuno,
Bienvenidos a La Paz la gente de Diario UNO.
Y les sigo comentando que mi nombre es Macarena Vera
y me lleno de emoción al representar a mi hermosa Mendoza
siendo la Flor de la Tradición.
Cuando vuelvan pa’ sus pagos presenten esto con atención:
de La Paz llevan el saludo y también mi corazón".
Macarena Vera Reina de la Flor de la Tradición ataviada de paisana de chica con su mamá Nilda Páez
La reina de niña, ataviada de paisana, junto a su mamá Nilda Páez.
Foto: Gentileza Macarena Vera
“La tradición no es solo del campo, es de todos”, repite Macarena con su tonada pausada, y confiesa que aún no se acostumbra al ritmo de la gran ciudad: “Acá el tiempo pasa volando, no rinde tanto como en La Paz”.
Su historia viene a reflejar otra cara de una generación que se niega a perder su identidad en medio de la vorágine moderna, que lleva la flor en el alma y el orgullo en el pecho.
En un tiempo donde todo parece acelerarse y desdibujarse, ella sigue siendo, como la jarilla, una flor sencilla, humilde, pero capaz de sostener con dignidad y coraje el legado de un pueblo entero.