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Los puntos negros son un tipo de acné muy común y aparecen cuando los poros de la piel se tapan con la grasa natural de la piel, lo que también se conoce como sebo, células muertas y, a veces, bacterias.
Las manchas oscuras en la piel son filamentos, es decir, pequeños pelos que recubren los poros y que mueven el sebo, la grasa natural del cuerpo, hacia la superficie. Estas manchas negras suelen ser más visibles en pieles grasas.
Estos filamentos aparecen en todas las pieles, y la única manera de reducirlas es mantener un cutis limpio. Para ello, en caso de las pieles grasas, se recomienda limpiarla con un gel de limpieza y no con un jabón o leche de limpieza.
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También se puede aplicar en la piel ácido salicílico, el cual sirve para penetrar profundamente en los poros para disminuir la producción de sebo. Además, puedes exfoliar tu piel una vez por semana para eliminar células muertas.
Ante cualquier duda se aconseja realizar una consulta con una dermatóloga para que pueda realizar una evaluación personalizada de tu tipo de piel.