Cuando era niño, la tecnología era un sueño pixelado en mi vieja computadora y hoy caminamos junto a la inteligencia artificial que supera la ciencia ficción que imaginábamos en esas épocas.

Hacia la Inteligencia Artificial: cuando el futuro era apenas un murmullo en 8 bits

Eran los 90s y me sentaba frente a una vieja computadora 386 con mi hermano a jugar videojuegos como quien se sienta frente a una nave espacial. Cada zumbido del ventilador, cada pantalla negra que esperaba un comando, me hacía imaginar mundos donde las máquinas y los humanos convivíamos. Películas, libros, dibujos animados y series de ficción no eran solo entretenimiento, eran ventanas a futuros posibles.

niño mirando un pc antigua.png

La inteligencia artificial y como la tecnología creció a nuestro ritmo

Soñaba con inteligencias artificiales que entendieran mis palabras, con mundos virtuales donde pudiera ser quien quisiera, con dispositivos que me acompañaran a todas partes. Recuerdo inocentemente decirle a mi madre: "Algún día tendremos computadoras dentro de los relojes" Y mientras escribo esto, me doy cuenta que el niño que fui habría celebrado con una sonrisa enorme: ese futuro llegó.

construccion en las nubes.png
La revolución tecnológica no llegó de golpe sino que creció junto a nosotros, ladrillo por ladrillo.

La revolución tecnológica no llegó de golpe sino que creció junto a nosotros, ladrillo por ladrillo.

De la Game Boy Advance a la ROG Strix G16

Desde aquella 386 de mi infancia, pasando por la Game Boy Advance (que grandiosos juegos los primeros Pokemon) que me enseñó que los sueños podían ser portátiles, y luego en algún momento a probar las maravillas funcionales y educativas del Age of Empires II o el Minecraft, llegué a la ROG Strix G16, donde el Cyberpunk 2077 dejó de ser solo un juego para convertirse en una experiencia casi sensorial. Y lo que una vez fue ciencia ficción hoy está en mis manos.

niño mirando en el espejo un reflejo del futuro.png
La ciencia ficción de la infancia es la vida real de la adultez

La ciencia ficción de la infancia es la vida real de la adultez

Inteligencias que acompañan, no que reemplazan

Pero quizás lo más asombroso no sea la potencia gráfica, ni las ciudades virtuales que recorremos a toda velocidad. Lo más increíble es tener la posibilidad de conversar con inteligencias artificiales, pedirles ayuda, aprender, crear, explorar, y sentir que no estamos solos en el proceso. Hoy, la IA no es una amenaza como nos hacían creer algunas películas de los 80s y 90s (si Terminator y Matrix, los estoy mirando a ustedes) pasa a ser una compañera de viaje.

Hoy, saber preguntar a la IA es más importante que saber programarla. En una época donde las inteligencias artificiales pueden generar código, imágenes, ideas y soluciones complejas, la verdadera habilidad ya no es dominar un lenguaje de programación sino comprender qué preguntar, cómo formular problemas y cómo interpretar las respuestas. Irónico quizá pero quien hace las preguntas correctas lidera el futuro.

joven de la mano con un robot.png
Hoy, la inteligencia artificial no nos reemplaza sino que nos acompaña

Hoy, la inteligencia artificial no nos reemplaza sino que nos acompaña

Más allá de lo que podemos hacer: lo que elegimos construir

Aprendí que la revolución no fue un grito, ni un solo momento de quiebre sino un susurro constante: cada avance, cada nueva herramienta, cada "¿y si probamos con esto?". Se fueron apilando un montón de ladrillos invisibles que, poco a poco, fueron formando el castillo que soñé de niño y que hoy puedo habitar.

  • De los disquetes a la nube: Antes, guardar un archivo requería un disquete de 1,44 MB (Muchos hoy nunca vieron un disquete cof cof). Hoy, en la nube, tenemos terabytes de imágenes y videos (la mayoría sin mucho sentido) sin pensarlo y no fue un cambio repentino, sino una cadena de pequeños avances: CD-ROM, pendrives, discos duros externos, sincronización online hasta llegar a La Nube
  • De los asistentes virtuales simples a la IA generativa: Comandos básicos en asistentes como Clippy o el primer Google Assistant y luego Siri, Alexa y hoy, ChatGPT y otros modelos que no solo responden sino que crean, asesoran y colaboran. Cada mejora fue un paso más hacia un tipo de inteligencia que ya no solo obedece, sino que comprende contextos (y quien sabe que otras cosas la semana que viene)
  • De jugar en 8 bits a vivir mundos inmersivos: La Game Boy Advance o la NES nos maravillaron con gráficos simples y hoy, títulos como Cyberpunk 2077 o Microsoft Flight Simulator ofrecen mundos casi indistinguibles de la realidad. Y no fue magia sino el progreso en gráficos, motores de física, VR y ray tracing que fueron construyendo esa experiencia.
Una balanza equilibrando un cerebro humano y un chip.png
No se trata solo de lo que la tecnología puede hacer, sino de lo que nosotros elegimos construir, día a día, con ella.

No se trata solo de lo que la tecnología puede hacer, sino de lo que nosotros elegimos construir, día a día, con ella.

El futuro ya está aquí, y es nuestro turno (responsabilidad) de soñarlo

Vivir este presente es un privilegio y también una responsabilidad. Ahora que el futuro que soñábamos es el presente que habitamos, la pregunta que me hago no es qué más nos traerá la tecnología sino: ¿qué elegimos construir con ella?

Hoy, quiero (intento) caminar junto a la IA, no como un espectador pasivo, sino como un ciudadano bien acompañado y, en el fondo, creo que el niño que fui estaría orgulloso.