En plena Ciudad de Mendoza, uno de los cafés más emblemáticos y longevos, acaba de escribir un nuevo capítulo en su extensa trayectoria. A más de ocho décadas de su fundación, y conducido por la cuarta generación de la familia Alonso, el local estrenó una significativa ampliación que le permite duplicar su capacidad de atención al público allí en la esquina de calles España y Espejo.
Uno de los cafés más antiguos de la provincia reinauguró luego de 83 años de actividad. Imagen gentileza Ciudad de Mendoza.
Foto: Prensa de la Ciudad de Mendoza.Se trata del Jockey Club, sitio histórico y parte de la identidad cultural y gastronómica de la Capital. Testigo privilegiado de la historia de miles de mendocinos.
En ese marco, Ramiro Alonso, quien es el actual responsable del local que reúne más de 83 años de actividad, ofreció detalles de la obra. “Nunca se había intervenido la tradicional esquina. Hace siete meses adquirimos el local contiguo y logramos esta ampliación, que nos permite recibir el doble de clientes”, señaló.
A lo que añadió: "Es el café más histórico de la Ciudad. Lo fundó mi bisabuelo Pedro, luego pasó a mi abuelo Norberto, mi papá y ahora me toca a mí estar a cargo".
Uno de los cafés más antiguos de Mendoza, que tuvo la visita de Nicolino Locche, remodelado
Además de la capacidad ampliada y las remodelaciones interiores y exteriores, el local incorporó una barra con banquetas, en homenaje al estilo original del café, donde también se bajaron los precios del café servido en ese espacio.
El Jockey Club, a lo largo de sus 83 años, puede decir que por sus mesas pasaron, cafecito mediante, figuras como el exboxeador Nicolino Locche, el músico Marciano Cantero y el ex intendente Víctor "Viti" Fayad, quien en 2009 lo reconoció como el café más antiguo de la Ciudad.
Con esta ampliación también se proyecta una nueva etapa para el local. Ramiro anticipó su intención de abrir al público parte del archivo familiar: “Queremos mostrar todos esos tesoros guardados que narran nuestra historia. Hoy muchos cafés apuestan a lo gourmet, pero el Jockey tiene algo distinto, una mística que hay que poner en valor”.