Si eres de los que compran lechuga con entusiasmo para comer más sano, pero terminas tirándola a los pocos días porque se marchita en la heladera, este simple truco con papel de cocina puede cambiar tu rutina y la forma de que permanezca fresca.
El papel de cocina, al ser absorbente, retira el exceso de humedad del ambiente donde está guardada la lechuga. Así, evita que las hojas se marchiten, se pongan blandas o adquieran mal olor. De este modo, puedes disfrutar de una lechuga crocante y fresca por más días.
Paso a paso: cómo guardar la lechuga con papel de cocina correctamente
- Lavar bien la lechuga apenas llegues del supermercado o la verdulería.
- Secar completamente las hojas, preferentemente con una centrifugadora de verduras o un repasador limpio.
- Colocar una hoja de papel de cocina en el fondo de un recipiente como un tupper o bolsa hermética.
- Distribuir la lechuga ya seca sobre el papel y, si es necesario, intercalar otra hoja de papel arriba.
- Cerrar el recipiente o bolsa y guardar en la parte media del refrigerador.
- Puedes cambiar el papel cada 2 o 3 días si lo notas húmedo.
Además de conservar lechuga, este método también funciona con espinaca, rúcula, acelga, repollo y otras hojas verdes. Incluso puede aplicarse a algunas frutas y verduras que tienden a perder textura por la humedad, como el cilantro o el perejil.
Beneficios de usar papel de cocina para conservar verduras
- Alarga la vida útil de los vegetales
- Reduce el desperdicio de comida
- Ahorras dinero en compras semanales
- Mantienes tu heladera más limpia y ordenada