El personal investigador evaluó las temperaturas ambientales diarias en los hogares de los y las participantes durante tres periodos de tiempo diferentes, hasta dos meses antes de evaluar los síntomas psiquiátricos en los adolescentes.
Estos síntomas se dividieron en dos grandes grupos también: los de interiorización, tales como la ansiedad y la depresión, y los de exteriorización, relacionados con la falta de atención y el incumplimiento de normas. Todos estos, se vieron mucho más acentuados ante el frío y el calor.
En concreto, fueron los problemas de interiorización los que destacaron en los adolescentes con respecto al frío. Por ejemplo, una exposición acumulativa de dos meses a temperaturas en torno a los 5,5 °C conllevaba un aumento significativo de las puntuaciones de dichos problemas.
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Llamativo estudio señala que la exposición al frío afecta la salud mental de los adolescentes
La exposición al frío puede desencadenar “respuestas termorreguladoras”, como la vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos), que puede alterar la temperatura corporal normal y la función cerebral, provocando problemas de interiorización, como dice la conclusión del estudio.
Queda mucho más por saber
Además de los problemas psicológicos, la investigación también demostró que tanto el frío como el calor traen problemas físicos para los adolescentes.
Sin embargo, aún queda mucho más por saber. Esmée Essers, investigadora de ISGlobal y autora principal del estudio, explicó que “Se necesita más investigación en contextos climáticos variados para comprender cómo las variaciones de temperatura pueden influir en la salud mental”.