Los pies son una de las partes del cuerpo que más deben lavarse de manera frecuente, ya que su poca exposición hace que sea un lugar ideal para el alojamiento de hongos y bacterias. Por eso, a la hora de limpiarlos, muchos recomiendan el uso de dos elementos muy famosos que deben ser mezclados.
Justamente, algo que puede generarse dentro de tus zapatos es el mal olor, algo que podrá ser eliminado con este método de lavado. El bicarbonato de sodio ayuda a neutralizar los olores desagradables al regular el pH de la piel y reducir la sudoración excesiva
Si tienes células muertas y piel endurecida, este tipo de lavado en tus pies también será ideal para dejarlos atrás, sirviendo para la exfoliación especialmente en los talones.
Sumergir los pies en agua tibia con sal y bicarbonato puede reducir la hinchazón y mejorar la circulación sanguínea, proporcionando alivio después de largas jornadas o actividad física.
Aunque la mezcla es segura para los pies, se recomienda no usarla en exceso para no alterar la hidratación natural de la piel. Recuerda que siempre es importante consultar con un profesional de la salud antes de implementarla.
Paso a paso: cómo realizar este lavado para obtener beneficios
- Prepara el recipiente: usa un recipiente lo suficientemente grande para sumergir ambos pies cómodamente.
- Agrega el agua tibia: asegúrate de que el agua esté a una temperatura agradable, entre 15°C y 37°C.
- Añade los ingredientes: disuelve dos cucharadas de sal gruesa y dos cucharadas de bicarbonato de sodio en el agua.
- Mezcla bien: revuelve hasta que la sal y el bicarbonato se disuelvan por completo.
- Sumerge los pies: deja los pies en remojo durante 15 a 20 minutos.
- Seca cuidadosamente: después de remojar, seca bien los pies, especialmente entre los dedos, para evitar la humedad.
- Aplica crema hidratante: finaliza aplicando una crema hidratante para sellar la suavidad.