Hulk Hogan quería hablar de trabajo. De eventos próximos. De las actualizaciones de Real American Freestyle. "Todo lo que quería era hablar de negocios, pero de una manera divertida y energética", recordó Bischoff. Respirar le costaba más esfuerzo, pero seguía siendo el mismo tipo.
Hablar era trabajo para él en esos últimos días. Bischoff quería darle algo que esperar, más allá de los cuidados médicos. Le propuso organizar entrevistas promocionales. La respuesta de Hulk Hogan fue inmediata: "Hermano, no puedo esperar. Puede que no sea capaz de hacer nada frente a las cámaras durante un par de semanas, pero estaré bien por teléfono. Puedes programar algunas cosas para mí".
Bischoff le mandó un mensaje a Sky, la esposa de Hogan. Le dijo que no había presión. Que su marido participara en las entrevistas era cosa de él. Ella lo entendió y se lo agradeció.
Ansioso por volver al trabajo
amigos hulk hogan
Hogan y Bischoff, en la época de gloria del luchador.
Hulk Hogan estaba "tan ansioso por volver al trabajo" antes de su muerte. "Le encantaba la caza, la emoción de la caza", dijo Bischoff. Esa pasión por el espectáculo nunca se fue.
El 24 de julio llamaron a emergencias desde su casa en Clearwater Beach a las 9:51 a.m. Los paramédicos empezaron las maniobras de reanimación. Siguieron hasta las 10:28 mientras lo subían a la ambulancia. Lo llevaron al Morton Plant Hospital, donde confirmaron su muerte.
Bischoff logró mostrar cómo fueron los últimos días de Hulk Hogan. Un hombre que enfrentó su enfermedad con la misma valentía de siempre. Su amigo capturó la esencia de una de las figuras más grandes del entretenimiento deportivo.