El equipo de científicos dirigido por Golan Shalvi, arqueólogo de la Universidad de Chicago, descubrió un sistema completo de producción donde se elaboraban cantidades significativas de tinte púrpura mediante herramientas especializadas diseñadas para optimizar el proceso. La escala de la operación confirma que Shiqmona fue un centro de producción extraordinario para su época.
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En la fábrica que protagoniza el descubrimiento se procesaban caracoles para hacer tintura.
La materia prima para obtener este codiciado pigmento provenía de caracoles marinos de la familia murex, abundantes en esta zona costera. Estos moluscos secretan un fluido verdoso que, al oxidarse en contacto con el aire, adquiere gradualmente un tono púrpura. La transformación de este líquido en una solución industrial viable requería un complejo proceso químico.
"Me lo imagino como un lugar con un olor terrible, especialmente para una nariz moderna, ya que el proceso de producción emitía un hedor espantoso", comentó Shalvi acerca del ambiente que debió prevalecer en la fábrica.
Reescribiendo la historia industrial
La magnitud industrial del sitio demuestra cómo el Reino de Israel se convirtió en una potencia regional a partir del siglo IX a.C., controlando la producción de textiles de lujo vinculados al poder real. Hasta ahora, los especialistas suponían que las primeras instalaciones de producción a gran escala de tinte púrpura surgieron en época romana, hacia el siglo I d.C.
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Las telas de color púrpura eran signo de distinción.
Este hallazgo en la playa de Tel Shiqmona ofrece pruebas contundentes de que ya en el siglo IX a.C. el tinte púrpura se producía a escala industrial. No se trataba de individuos aislados tiñendo prendas para reyes, sino de una verdadera operación comercial cuyos productos se vendían ampliamente durante la Edad de Hierro.
Los investigadores teorízan que después de la caída del reino ante el Imperio Neoasirio en 722 a.C., la fábrica de Tel Shiqmona operó con capacidad limitada durante varios años antes de regresar a su producción a escala industrial una vez que los asirios establecieron firmemente su dominio en la región.
La importancia del descubrimiento radica en que revela un sitio completamente especializado en esta rama económica, algo "altamente significativo y especial", según Aaron Schmitt, arqueólogo de la Universidad de Heidelberg en Alemania que no participó en las excavaciones.