Con este truco casero ya conocido desde el tiempo de nuestros abuelos el acero de tu casa parecerá siempre nuevo
El acero de tu casa quedará como nuevo.
Las abuelas conocían un truco casero para dejar el metal brillante con un ingrediente común de cocina. Este método sencillo y económico devuelve el esplendor a los objetos metálicos del hogar sin recurrir a productos químicos agresivos que además de ser caros lastiman las manos.
El metal aporta elegancia a la decoración, combinando bien con materiales cálidos como madera o piedra. Su uso se popularizó en los años 20 y 30, pero sigue vigente hoy en día. Para mantener su atractivo hay que limpiarlo regularmente, sino se volverá opaco y perderá ese toque que lo vuelve elegante.
►TE PUEDE INTERESAR: Recupera las puertas de madera de tu hogar y déjalas relucientes con un ingrediente
El secreto de la abuela consiste en mezclar tres ingredientes muy comunes en cualquier cocina y formar una pasta que eliminará todas las impurezas del acero, devolviéndole el brillo en cuestión de instantes
Estos ingredientes son:
Para preparar este limpiador casero, se necesita una cucharada de sal, una de harina y un chorrito de vinagre blanco o de manzana.
En un recipiente pequeño, se combinan los ingredientes hasta formar una pasta homogénea. Luego, con un paño suave, se aplica la mezcla sobre la superficie metálica, frotando con movimientos circulares. El vinagre actúa como desengrasante, mientras la sal y la harina ayudan a eliminar la suciedad incrustada.
Tras aplicar la pasta, se deja actuar brevemente y se retira el exceso con otro paño limpio. El resultado es un metal reluciente, libre de manchas y opacidad. Este método casero no solo ahorra dinero en productos comerciales, sino que también evita el uso de sustancias químicas potencialmente dañinas.
►TE PUEDE INTERESAR: El truco casero para tener las pestañas arqueadas todo el día sin tintes ni productos químicos
No pierdas más tiempo y utiliza este truco casero par que el acero de tu casa quede literalmente como nuevo, y mantenga su brillo elegante como en el primer día.
