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Pero no viajan solos: los conitos de dulce de leche bañados en chocolate y con corazón cremoso también son furor entre los visitantes que buscan un bocado típico para llevar a casa.
Caramelos, la golosina con historia
El asombro dulce no termina con los alfajores. Muchos turistas, al entrar a un kiosco o supermercado argentino, se encuentran con un tesoro retro de caramelos legendarios:
Sugus: los cuadraditos masticables de sabores frutales que son un clásico desde hace décadas.
Flynn Paff: los famosos caramelos rellenos de tutti frutti, que sorprenden por su explosión de sabor.
Palitos de la Selva, un clásico argentino: caramelos masticables con sabor a frutilla y banana, acompañados por los tradicionales dibujos con datos de animales, que despiertan nostalgia en locales y curiosidad en extranjeros.
Estos productos no solo se consumen en el momento: muchos turistas compran paquetes para llevar como recuerdos comestibles y originales.
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Los kioscos, supermercados y tiendas de regalos son los principales puntos de venta. En aeropuertos y ferias artesanales también se ofrecen versiones gourmet o empaquetadas especialmente para el turismo.
¿Por qué son los productos más elegidos?
Entre estos puntos, se destaca la calidad por sobre todo:
- Autenticidad: Son productos que se consumen en todo el país y tienen décadas de historia.
- Sabor único: El dulce de leche argentino, con su textura cremosa e intensa, no tiene comparación internacional.
- Precio accesible: En comparación con productos gourmet de otros países, los dulces argentinos ofrecen excelente calidad a buen precio.
- Fácil de transportar: No requieren refrigeración y se conservan bien, ideales para viajes.
Los productos típicos de Argentina más consumidos por los turistas extranjeros no son necesariamente los más caros ni los más exclusivos. Son los más sabrosos, entrañables y representativos del paladar argentino. Desde un alfajor Cachafaz hasta un Palito de la Selva, cada bocado es un pedacito de cultura bien argentina.