En muchos casos, quienes llevaban el apellido Expósito eran apartados por la sociedad simplemente por el significado de su nombre. Esta historia, que comenzó en Europa, también llegó a América Latina, donde el apellido se hizo conocido y empezó a formar parte de muchas familias.
¿Cuándo se dejó de usar ese apellido con esa intención?
En el siglo XIX, tanto en Europa como en América Latina, muchas familias humildes no podían cuidar a todos sus hijos. Según el portal Ancestros Italianos, los obreros no podían mantener más de cuatro hijos, y muchas mujeres trabajaban y no podían criarlos. Esto provocó un aumento en los abandonos, y fue necesario asignarles un apellido a esos niños. Así nació o se extendió el uso del apellido Expósito (y su variante Espósito) también en América Latina.
Por suerte, con el tiempo esta práctica fue desapareciendo. Muchos niños que llevaban este apellido cambiaron su nombre al crecer, y el uso del apellido como símbolo de abandono quedó atrás. Hoy, el apellido Expósito forma parte de muchas familias en España y América Latina, y aunque su historia es dolorosa, también refleja la evolución de nuestra sociedad.