Si estás planeando un viaje a Chile y tenés ganas de conocer algún destino nuevo e impensado, hay una ciudad que no puedes pasar por alto. Se trata de un destino turístico tan místico como poco conocido que está algo lejos pero vale la pena hacer el recorrido ya que no tiene nada que envidiarle, nada más ni nada menos, que a Islandia.
Los épicos paisajes que ofrece esta región de Chile.
De hecho, del otro lado de la cordillera esa localidad es conocida como la Islandia chilena, por sus semejanzas sobre todo en cuanto a los paisajes con ese país de una naturaleza tan fría que está del otro lado del Océano Atlántico. Pero acá, sin lugar a dudas, será mucho más fácil y económico llegar.
La Islandia chilena
La Región de Aysén, en el corazón de la Patagonia chilena, es un destino que parece sacado de un sueño nórdico. Apodada la Islandia chilena, esta joya del sur de Chile cautiva con glaciares imponentes, fiordos serpenteantes, ríos caudalosos y montañas nevadas que evocan los paisajes de Islandia, pero sin necesidad de cruzar el Atlántico.
Aysén está ubicada entre la Región de Los Lagos y Magallanes. Abarca un territorio donde la mitad está protegida como Áreas Silvestres, garantizando la preservación de su biodiversidad y paisajes vírgenes. Su capital, Coyhaique, es el punto de partida para explorar maravillas como el glaciar San Rafael, las cuevas de mármol en el turquesa Lago General Carrera, y el Monte San Valentín, la cumbre más alta de la Patagonia.
Los Campos de Hielo Patagónicos, con la mayor densidad de hielo fuera de las regiones polares, dominan el paisaje, creando una atmósfera de belleza salvaje en esta región de Chile.
La Carretera Austral, una ruta escénica de más de 800 kilómetros, es el hilo conductor de esta aventura. Considerada una de las carreteras más épicas del mundo, serpentea entre fiordos, valles y lagos, ofreciendo vistas que quitan el aliento a los turistas que tienen la paciencia para recorrerla.
Para los amantes del turismo aventura, Aysén es un paraíso. Los trekkings en el Cerro Castillo o el Parque Nacional Patagonia atraviesan senderos vírgenes rodeados de picos nevados y bosques nativos. El Glaciar Exploradores permite caminar sobre hielo milenario, mientras que navegar hasta el Glaciar San Rafael ofrece la oportunidad única de brindar con whisky enfriado por trozos de glaciar.
¿Alguna vez imaginaste que todo estaba del otro lado de la cordillera? Seguramente vas a pensar más de una vez si cuando vuelvas a cruzar a Chile irás a la capital o a las playas de la costa pacífica.