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Un amuleto de sabiduría y protección
Los faraones, sacerdotes y elites egipcias usaban el lapislázuli en joyas, amuletos y sellos, que se colocaban sobre el cuerpo o en los templos para recibir sus beneficios. El uso de la piedra no era solo ornamental; se pensaba que proporcionaba una especie de guía divina, favoreciendo la claridad mental en los momentos de reflexión o decisión.
En las tumbas de los faraones, el lapislázuli se hallaba con frecuencia, lo que indicaba su valor no solo en la vida terrenal, sino también en el más allá, como un medio para alcanzar la paz y el conocimiento eterno.
En las representaciones artísticas egipcias, es común ver a las deidades portando joyas de lapislázuli, reflejando su conexión con el mundo espiritual y su dominio sobre el intelecto y la sabiduría. La piedra también era símbolo de verdad y justicia, cualidades que los egipcios veneraban en su sociedad y creencias religiosas.
La espiritualidad del Lapislázuli
Más allá de su poder simbólico, el lapislázuli también era valorado por sus cualidades físicas. Se trituraba para hacer polvo y utilizarlo en pigmentos, conocidos como el “azul egipcio”, que no solo decoraban templos y tumbas, sino que también tenían un profundo significado espiritual.
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Hoy en día, el lapislázuli continúa siendo considerado un símbolo de claridad mental y crecimiento interior. Su legado perdura en la historia de Egipto, recordándonos cómo las antiguas civilizaciones entendían y valoraban la conexión entre lo material, lo espiritual y la mente humana.
Cómo potenciar las cualidades energéticas de este amuleto
Si decides usarlo como amuleto, puedes potenciar sus efectos con estos consejos:
- Úsalo en meditaciones para fortalecer la conexión espiritual y aumentar la claridad mental.
- Limpia regularmente el lapislázuli con agua tibia para mantener su poder y preparar su recarga.
- Expón tu amuleto a la luz de la luna llena para recargar sus energías de forma natural.