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La Unidad Fiscal departamental logró individualizar a la víctima, una niña de 12 años que residía en una finca ubicada en Villa Atuel. Si bien todavía no brindó su testimonio en cámara Gesell, profesionales del Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) realizaron entrevistas preliminares donde la menor ratificó que entre los 10 y 12 años sufrió los abusos sexuales por parte de la pareja de su madre. Según el relato preliminar, el agresor aprovechaba que la madre se retiraba a trabajar para acosar a la niña y besarla en las orejas y en la boca.
La progenitora también declaró en el expediente y dijo que no tenía conocimiento de los hechos pero que "si mi hija dice que le pasó, es porque le pasó". La mujer también agregó que convivía desde hace 2 años con el ex policía y que el hombre solía quedarse a cargo de la menor porque ella se retiraba varios días del domicilio ya que se desempeñaba como enfermera y tenía un sistema de 7 días de trabajo por 21 de descanso.
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El acusado por el abuso sexual en San Rafael -se pixela su rostro para resguardar la identidad de la víctima-.
El sospechoso -se reserva su identidad para resguardar la de la víctima- terminó detenido dos días después de la denuncia. Fue imputado por abuso sexual simple agravado por aprovecharse de la convivencia con una víctima menor de edad, por lo que arriesga una potencial condena de 3 a 10 años de prisión.
Hace un puñado de días, un juez dictó la prisión preventiva considerando que existen pruebas suficientes para sostener la detención a esta altura de la investigación, más allá de que faltan pruebas claves como el testimonio de la víctima en cámara Gesell y el informe psicológico al respecto.
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