Marylda Silva aseguró que está más tranquila luego de ver que su hijo despertó.
"Me dejaron entrar a terapia porque despertó mi hijo y estoy más tranquila", expresó Marylda Silva, madre de Moisés Moncho Pérez, quien fue atacado por más de 10 hombres que lo golpearon con piedras en la cabeza, cerca de la rotonda de los caracoles de Chacras, en Luján, a la salida de una fiesta.
"Abrió los ojos, está un poco confundido, está con máscara de oxígeno, pero hablar no", detalló la mujer, que no se mueve del hospital a la espera de noticias sobre hijo, quien sufrió fracturas en mandíbula y cráneo.
Marylda habló con alguno de los amigos que estaba con Moncho en la madrugada del lunes, cuando fue el momento del ataque en manada: "Lo que me dijeron fue que era en la calle. Como que él intentó defender a alguien. Cuando yo pueda hablar con él veré qué es lo que me cuenta. Hay muchas personas que no me dicen bien qué pasó, no sé si no quieren hablar por miedo".
"Pedí que cualquiera que haya visto algo llame al 911. Están tratando de investigar para ubicar quiénes fueron. Están detrás de una serie de pistas. Espero que los identifiquen", agregó la mujer a Radio Nihuil.
Contó que su hijo es comerciante y trabaja con repuestos para vehículos. Además, juega al handball de manera profesional en la Municipalidad de Maipú.
"Cuando llamaron a la Policía y a la ambulancia mi hijo estaba tirado en la ruta. Un amigo de él fue a buscar a mi otro hijo, y cuando iban para allá le avisaron que lo estaban llevando al Central. Yo no comprendía lo que pasaba. Primero pensé que era un accidente de auto, nunca me imaginé que era esto", recordó Marylda.
El brutal hecho ocurrió alrededor de las 5.30 del lunes, a la salida de una fiesta en la ruta Panamericana, cerca de la rotonda de los caracoles de Chacras. Según algunos testigos, un grupo de hombres molestaba a una chica, por lo que él y sus amigos la defendieron y eso originó la pelea.
Moncho fue atacado por ente 10 y 15 personas que lo golpearon con piedras hasta desfigurarle la cara y luego escaparon. Hasta arrancaron la patente de un auto gris en el que se fueron para no ser identificados.