Eduardo Orellana, Subdirector del Servicio Penitenciario, le dijo a diariouno.com.ar que se hará un reacomodamiento de internos dentro del módulo de máxima seguridad de Almafuerte con la idea de que no lo ataquen otros internos, que están furiosos porque tras el asesinato de Matías Quiroga se puso el foco en los beneficios otorgados a los internos como parte de la evolución de la pena, regulada por la ley 24.660.
El Tanga fue beneficiado con salidas transitorias y trasladado a la colonia penal Gustavo André, de Lavalle. En una de esas salidas, de las cuales no retornó cometió (el 9 de marzo) el intento de asalto a un blindado y posterior asesinato con un grupo de hombres armados en la sucursal de Carrefour de Godoy Cruz. Los cuestionamientos arreciaron sobre el juez de Ejecución Penal, Eduardo Mathus, quien le otorgó las salidas pese a las recomendaciones de los psicólogos. Todo eso agitó la discusión por los beneficios carcelarios, y hasta se propuso desde la UCR reducirlos.
Con esos condimentos se sazonó el caldo de furia con el que fue recibido el Tanga Gómez en Almafuerte, y la idea de preservarlo tiene que ver con su declaración clave como testigo en el caso.
"Los presos del sector de máxima seguridad aseguraron que no querían su presencia allí. Los internos están molestos con el acusado por las trabas que el caso generó en el otorgamiento de beneficios. Funes en cambio se instaló en San Felipe sin problemas", señaló Orellana a este portal.
Ante la posibilidad de que los reos tomen alguna represalia contra Gómez, las autoridades penitenciarias lo dejaron detenido en el sector de admisión, donde hay sólo otros cuatro internos y donde estará más controlado por los guardiacárceles.
Su cómplice fue llevado a San FelipePor otro lado, Néstor Funes quedó detenido en el pabellón 3B de San Felipe por no estar condenado (en ese presidio están los procesados). Funes estuvo preso por una condena de cuatro años y seis meses por un robo agravado con el uso de arma de fuego y recuperó su libertad en el 2006.
Según trascendió, la actitud del cómplice del Tanga al ingresar al penal fue de “ganador” por haber salido en los medios de prensa. En su primera declaración con el personal penitenciario fue que no pensaba que iba a volver a la cárcel, pero que se la había jugado “a full” con el asalto al blindado que lo había llevado hasta enfrentarse con la Policía.
Su hermano mellizo, Nelson Funes, quien fue herido por un custodio del blindado en el estacionamiento de Carrefour, estuvoun mes internado en el Hospital Central donde le amputaron una de sus piernas por la gravedad de las heridas. El 7 de abril fue dado de alta y trasladado a Almafuerte.
Él también era un fugado. Cumplía una condena de seis años y 8 meses por robo agravado con el uso de arma de fuego, que terminaba en el 2014. Estaba en San Felipe y desde octubre de 2011 gozaba de salidas transitorias, hasta que en Navidad salió y no volvió.
Orlando Cabral es el cuarto preso por este hecho quien quedó en el pabellón 3A de San Felipe por estar procesado, donde convive con otros 45 internos. Él también fue herido por los custodios del camión de caudales y estuvo internado en el Hospital Lagomaggiore.