Tras la muerte de Sergio Rodríguez, el muchacho de 18 años que fue hallado muerto en la vía pública, la policía alvearense maneja varias hipótesis, entre ellas el ajuste de cuentas o una simple riña.
El joven había tenido problemas con algunos sujetos que viven en los barrios aledaños de donde falleció; sin embargo, los investigadores comenzaron por uno de los serenos de la bodega que está frente al lugar donde se produjo el incidente. El hombre tuvo versiones encontradas cuando los efectivos le tomaron declaración. Ayer por la mañana la división investigaciones le allanó la casa en Bowen y secuestró ropa y calzado que están siendo analizados por la unidad científica.
La lesión que terminó con la vida de Rodríguez fue un puntazo que recibió en la parte posterior del muslo derecho, que le perforó la arteria femoral. El joven caminó unos 20 metros, se desplomó y murió desangrado.
Precisamente este hecho es algo que les llamó poderosamente la atención a los investigadores por la altura y la forma de la herida: a la mitad del muslo, en la parte de atrás, con el ingreso de la hoja en forma horizontal.
Según se pudo, esa madrugada alrededor de las 5, Sergio compró combustible en la estación de servicio Ruta 188, que está a pocas cuadras del lugar del incidente. Entre los datos que aportó el empleado de ese lugar, el muchacho llegó con un bidón plástico, $5 en monedas y alardeando: “Voy a pelear con alguien”. Tras el hallazgo del cuerpo se pudo apreciar que la ropa estaba impregnada de olor a combustible.
No es un dato menor ya que Rodríguez había estado bajo tratamiento por su adicción a inhalar pegamento y nafta. Además regresó a Alvear una semana atrás, luego de escapar de un centro de rehabilitación en Buenos Aires adonde había sido derivado por instituciones locales.
La policía espera hacerse de la grabación que captaron las cámaras de vigilancia de la estación de servicio para chequear si en los alrededores había otra persona y los vehículos que circulaban a esa hora, entre otros detalles.