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La pelea más sangrienta de Víctor "Coraje" Galíndez

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El campeón del mundo de los medio pesados arriesgaba la corona por quinta vez. Víctor Galíndez demostraba su guapeza en cada pelea, pero esta vez si aplicaban el reglamento estricto se debía parar el combate. El choque de cabezas fue casual y mientras curaban al bonaerense, el árbitro Stan Christodoulou se disponía a pedir las tarjetas a los jurados, que hasta ese momento tenían como ganador a Richie Kates.

El cabezazo del moreno de Estados Unidos impactó en el hombre nacido en Morón en el tercer round. Las 42.125 personas que estaban en el estadio Ran, en Johannesburgo, Sudáfrica, vieron saltar la sangre del párpado derecho del boxeador argentino.

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En el rincón de Galíndez estaba un hombre de gran experiencia como el manager, empresario y “casi entrenador” Tito Lectoure. Sabía todo en el negocio del boxeo, hasta curar heridas. Cuando el árbitro le dijo “el choque fue casual”, Lectoure tenía que convencer al médico y le dijo que no era tan grave “Galíndez puede seguir”.

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Los fotógrafos invadieron el ring, Kates tenía un toallón sobre sus hombros y parecía que la pelea estaba terminada. Y Lectoure le habló al médico inventando: “El referí ya autorizó a seguir, por favor no le corte la chance, que es un título del mundo”. Su avivada y rápida decisión en 2 minutos 45 segundos que estuvo parada la pelea permitieron que el match continuase su curso.

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La noche del 22 de mayo de 1976 empezó a iluminar a un recio de verdad, a un hombre corajudo para que iniciase el recorrido para recibirse de héroe del deporte.

Robinson decía en el El Gráfico “herido, casi ciego, maltrecho y furioso cambiaba el destino de su vida por la única e invencible razón de los hombres: la fe”. Cuando el combate continuó Kates intentaba pegar en la herida, la sangre volvió a manar y la camisa del árbitro le servía a Galíndez para limpiarse momentáneamente.


El argentino tiraba golpes como los de un “león herido” y pudo quebrar la resistencia del rival que se veía desbordado por el temple y el fervor de Víctor. Lo tuvo por noquear en el 7º y lo tiró en el 9º round. En el 15º y último round Galíndez terminaba noqueando a Kates en una de las peleas más sangrientas de la historia. La camisa del árbitro sudafricano y el pantalón blanco de Kates quedaron estampados con sangre.


Galíndez después del esfuerzo se desplomó cansado en el vestuario y de ahí lo llevaron al hospital. Le sacaron el tejido muerto, le limpiaron el coagulante y sobre el tejido rojo le aplicaron 7 puntos de sutura. De vuelta, en el hotel, lo esperaba una botella de champán y flores con una tarjeta “Nosotros te queremos. Víctor”, del personal y dirección de Landdrost Hotel. Una de las peleas más recordadas de los medio pesados en la historia se había producido en Sudáfrica. Con Víctor Coraje de protagonista.

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Moría Ringo Bonavena

En Reno. En esa localidad de Nevada, EE.UU., caía asesinado el
mismo 22/5/76 Oscar Ringo Bonavena, un boxeador argentino de la
categoría pesado.
Tenía 33 años. Un guardaespaldas de un lugar nocturno le disparó al boxeador, que hizo 68 peleas (58 ganadas, 9 perdidas y 1 empatada.

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