Ninguna empresa del sector privado soportaría tener el 90% de su personal vacacionando simultáneamente, como ocurre en el Poder Judicial
El Polo Judicial. Después de la feria, la actividad normal recién vuelve en febrero.
La feria judicial de enero (iniciada antes de enero) abarca 30 días, todo enero. Si esta situación se trasladara al sector privado, el que produce y paga los impuestos, se desplomaría esa empresa grande, mediana o chica.
No se comprende que el SI, sistema injusto, esté funcionando al mínimo y por lo extenso de los días sin trabajar, recordando que en julio vuelven a tener descanso por 15 días.
Pudimos ver esta semana una iniciativa del doctor Mario Adaro, ministro de la corte, proponiendo que los ciudadanos mendocinos opinemos sobre cómo vivimos al sistema judicial (SI). Destaco esto porque este poder del Estado, a pesar de las críticas permanentes que recibe periódicamente, no había reaccionado hasta esta encuesta.
Daría la impresión de que luego de recibir los datos comenzarán cambios pequeños, medianos o grandes. Un ejemplo: todos los que pueden y deben ocuparse de los juzgados de Familia -que es un desastre como funciona afectando a muchas personas, incluso niños- tienen también descanso por 45 días al año. Lo mismo ocurre en los tribunales laborales, penales y civiles.
La idea de la feria judicial es que sea aprovechada para ponerse al día con los diversos casos que están atrasados. En vez de ocuparse de eso, toman vacaciones y dejan una guardia mínima que prácticamente no resuelve nada, salvo un tema urgente. Si no, lo dejan para evitarse una eventual crítica, cuando vuelva el responsable del descanso.
Ninguna empresa del sector privado soportaría tener el 90% de su personal vacacionando simultáneamente. Directamente iría a la quiebra.
Desde que pudimos incursionar sobre transformaciones en los procesos judiciales (1999) y que el Poder Ejecutivo sigue promoviendo, los cambios nunca vienen de adentro.
Eso significa que no les importa en absoluto todo lo descripto y estamos hablando sobre el poder que debería resolver sobre nuestra libertad, patrimonio y familia, conflictos comerciales, etcétera.
A todo ello deben agregarse licencias o días por razones particulares, como lo llaman ellos, que utilizan para hacer viajes cortos u otra actividad.
Y por si faltara poco, como el Poder Ejecutivo presiona a los jueces y al procurador general (jefe de todos los fiscales), no son capaces de asumir una actitud de cambio, sino más bien, piensan en sus sueldos y jubilación, antes que oponerse a la intromisión del Poder Ejecutivo.
En definitiva tienen miedo de ser sometidos a Jury y pasarla mal. Pero ese pensamiento supone algo y es que cada juez actúe en forma individual.
Todas las transformaciones que han existido en el mundo requiere de hombres y mujeres en forma colectiva, que sean artífices de las mejoras que todos conocemos y repetimos, pero los privilegios ganan la pulseada.
Mendocinos, los miembros del Sistema Injusto, tienen empleados, secretarios, muchos cuentan con auto oficial y etcétera. Lo pagamos nosotros con los impuestos. Es un submundo donde además pretenden que los ciudadanos los traten con temor reverencial. Es así y así esta la justicia de mendoza (SI)
No tenemos la más mínima confianza y expectativa de que esto cambie.
Felices vacaciones.