de este mes como parte de los anuncios realizados por el Poder Ejecutivo, dirigido por José LuisRodríguez Zapatero. Los gremios esperan que cientos de miles de empleados públicos secunden la medida de presióncontra esta reducción salarial, lo que podría afectar el funcionamiento de hospitales, escuelas oservicios de bomberos. El gobierno de Zapatero tomó la decisión inédita desde que España es una democracia derecortar el sueldo a los trabajadores del estatales con el objetivo de reducir el creciente déficitpresupuestario del país. El Parlamento aprobó las medidas el mes pasado con apenas un voto más de los requeridos.
"Medidas desesperadas" Según la corresponsal de la BBC en Madrid, Sarah Rainsford, el éxito o el fracaso de lahuelga servirá como primer termómetro de la oposición pública al paquete de austeridad. Los sindicatos desaprueban que los trabajadores públicos sean los principales castigados porlas medidas. Sin embargo, estos recortes presupuestarios fueron bien recibidos por la Unión Europea, queconsidera que gracias a ellos España podrá ganarse la confianza de los mercados en cuanto alcumplimiento de sus obligaciones de deuda. Los representantes de los trabajadores acusan al gobierno socialista de Zapatero de incumplirla promesa de que no efectuaría recortes sociales. Además, protestan por lo que consideran "medidasdesesperadas" de un gobierno que prometió que España saldría relativamente indemne de la crisiseconómica global.
Servicios mínimos Mientras tanto, el gobierno y las autoridades de las comunidades autónomas (regiones) fijaronlos servicios mínimos que se deberán prestar y que, en algunos casos, fueron calificados de"abusivos" por los sindicatos. El Ministerio de Justicia determinó que funcionará el Registro Civil para nacimientos,defunciones y matrimonios, además de todas las causas con presos y las medidas cautelares oprovisionales. El ministro español de Trabajo, Celestino Corbacho, expresó su "enorme respeto" a la huelga,que espera "se desarrolle en un clima de normalidad". Para la secretaria general del opositor Partido Popular (PP), María Dolores De Cospedal, laprotesta "no soluciona una crisis", aunque su agrupación la considera comprensible y entiende la"indignación" de la sociedad, porque son una "parte importante de los paganos del despilfarro de lapolítica" de Zapatero. El de este martes es el quinto paro que realiza el sector público español desde 1988.