En su segundo año de gobierno, la imagen personal y de la gestión de Dilma Rousseff está en ascenso. En marzo, la aprobación alcanzaba el 64 por ciento, contra el 58% de enero, de acuerdo a Datafolha. En marzo se conoció una encuesta de Ibope que le otorgó 56% de respaldo a la administración en general.
Datafolha sostuvo que la popularidad personal de Rousseff es del 68%, contra el 77% registrado por la tradicional encuesta de Ibope. "Dilma tiene una curva ascendente de popularidad y puede reducir esa desventaja en relación a Lula si se mantiene esta trayectoria", dijo el director de Datafolha, Mauro Paulino.