Una galería muestra algunas de la obras que guardó un empleado del genial pintor. La polémica con los herederos y la impresionante historia detrás de las obras contadas con la pluma de un periodista español.

Los secretos del electricista de Picasso

Por UNO

"Llegar a una mansión de la Costa Azul para instalar un sistema de alarma y salir con 271 obras,pinturas, libretas y dibujos, fechados entre 1900 y 1932, sin firma, eso sí, pero realizados por el

dueño de casa, un monsieur español llamado Pablo Picasso, y por lo tanto tasados en unos 60

millones de euros, es el cuento de la Navidad 2010, revelado ayer por Vincent Noce, crítico de arte

del diario matutino francés Libération", contó con precisión Oscar Caballero en el sitio

Vanguardia.es.

El mundo aún no sale de su asombro por el hallazgo de las obras del maestro Picasso, que

guardaba Pierre Le Guennec, quien fuera electricista del pintor y asegura que el mismo Picasso le

regaló las obras.

"Pero Claude Picasso, hijo del pintor y de Françoise Gillot, administrador de la fabulosa

sucesión del artista, no cree en los Reyes Magos: Pierre Le Guennec, electricista jubilado, y su

esposa, vieron así desembarcar en su casa de Mouans-Sartoux, en los Alpes Maritims, el 5 de octubre

último, a los expertos de la OCBC, la oficina central de lucha contra el tráfico de bienes

culturales, que se hizo cargo del botín y les acuso de receptación", sigue el

imperdible relato del sitio español.

"La historia en realidad empezó el 14 de enero: Claude Picasso recibió un sobre en el que Le

Guennec, 71 años, le enviaba fotos de inéditos de su padre y le pedía certificados de autenticidad.

El celoso administrador, que controla incluso las corbatas con motivos paternos, negó los

certificados. Le Guennec insistió con sus sobres, cada vez con nuevas fotografías. Sorpresa: ni

Claude Picasso ni los expertos a quienes consultó reconocían esas obras, ausentes de la sucesión.

"El 9 de septiembre, el matrimonio Le Guennec, molesto ante la falta de respuesta, optó por

viajar a París. Las dos maletas con las que se presentaron en el espacioso piso que ocupa la

Picasso Administration en el 17 Place Vendôme, entre las joyerías y el hotel Ritz, no contenían

equipaje sino, por ejemplo, nueve collage cubistas que podrían valer en conjunto más de 40

millones, una acuarela picassiana de la época azul, gouaches sobre papel, litografías, retratos de

Olga, la esposa legal del pintor...

"Le Guennec explica que durante los tres últimos años de vida de Picasso, fallecido en 1973,

fue algo así como su electricista de cabecera, responsable de la instalación de sistemas de alarma

en sus distintas residencias - el artista se mudaba, pero nunca vendía: las casas las dejaba

cerradas, con muebles y obras-especialmente en La Californie, en Cannes, llena de cajas con

dibujos.

"El pintor era tan generoso como desordenado: dejó en el aire la situación de los hijos que

tuvo con sus distintas parejas y tampoco llevaba un registro de su trabajo. Hasta el punto de que

Maurice Rheims, encargado de clasificar las obras, debió trabajar día y noche, con un equipo de

tres apasionados estudiantes de historia del arte, para catalogar las más de 3.700 obras, halladas

en alfombras enrolladas, envueltas en periódicos, bajo muebles...

"Pero Claude Picasso niega la posibilidad de que su padre haya hecho semejante regalo al

electricista, quien por otra parte habría dado versiones contrapuestas: afirmó a la policía que

había recibido el tesoro de manos del artista; luego, que la generosa era Jacqueline, la que fue

última pareja de Picasso. Más grave aún: el pintor, que nunca tiró ni un billete de tren y podía

esculpir un toro con el manubrio de una bicicleta, jamás dejaba salir una obra suya sin fecharla ni

firmarla. En ese contexto, hay casi 300 piezas sin fecha ni firma... La posibilidad de un Picasso

senil y pródigo es, en fin, rechazada por su hijo y administrador.

"Un dato para contradecirlo: al mismo tiempo que la policía secuestraba el tesoro del

electricista, en el castillo de Pommard, hito de los vinos de Borgoña, culminaba la exposición

Picasso,con 150 dibujos a tinta china, el primero del 5 de abril de 1970 y el último del 22 de

diciembre de 1972. La Vanguardia,en su edición del 24 de agosto, informaba que aquellos dibujos

fueron obsequiados por Picasso a Jacqueline y Maurice Bresnu, empleada y chófer, a su servicio

desde 1967 y hasta la muerte del pintor. Los Bresnu conservaron aquello como recuerdo pero la mujer

era menos sentimental que su marido, no en vano bautizado por el pintor osito de peluche y, una vez

viuda, vendió el lote, en 1996, a la Fundación Stratton, del galerista italiano Beniamino Levi.

"La preocupación de los herederos es doble: la sospecha de un delito planea sobre la

historia, pero además, existe peligro de que aquel conjunto sea dispersado y modifique un mercado

que, gracias a la parsimonia con la que el propio artista vendió, estaba hasta ahora bajo control.

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Pierre Le Guennec fue electricista de Picasso.
Pierre Le Guennec fue electricista de Picasso.
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