El Gobierno de Mariano Rajoy, impulsado por las severas medidas de austeridad que deben tomarse para afrontar la crisis económica, recortó el Presupuesto de la Casa Real de España en un 2% hasta limitarlo a € 8,26 millones.

Los españoles le pagan al rey su familia, establecido por Constitución,  “una cantidad global para sostenimiento de su familia y de su Casa, y distribuye libremente la misma”.

Según se informó el 28 de diciembre, día en que la Casa Real hizo públicos por primera vez algunos aspectos del presupuesto real, el rey Juan Carlos (de 74 años) tiene una asignación de € 292.752 anuales. Su hijo Felipe recibe € 146.376, mientras que la reina Sofía, la princesa Letizia y las infantas Elena y Cristina se reparten entre las cuatro € 375.000 al año.

La monarquía española recibe dinero público destinado a gastos de personal (€ 4.039.000), gastos corrientes en bienes y servicios (€ 3.275.000), fondo de contingencias (€ 206.152 destinados a cubrir necesidades extraordinarias no previstas) e inversiones (€ 100.000).

Estas cifras cubren, entre otros, los gastos en informática, fotocopias, papel, útiles de oficina, llamados telefónicos, Internet, envío de correo, servicios técnicos, vestuario de los trabajadores del palacio, subscripciones a prensa y servicios de noticias, comestibles y hasta el sueldo del fotógrafo real.

La asignación presupuestaria de la Casa se mantuvo congelada en 2010 y disminuyó en 2011 un 5,28 por ciento, desde € 8,90 millones hasta los € 8,43 millones, a petición de la propia institución, que estudia además recortar en la medida de lo posible los gastos que dependen de departamentos ministeriales.

Con una asignación anual de € 175.622, el rey Juan Carlos gana casi cinco veces menos que la reina Beatriz de Holanda y siete menos que el Rey de Noruega, convirtiéndose, de alguna manera, en el rey "más barato” de las monarquías que rigen en Europa.