El líder libio Muamar Kadhafi acusó el jueves a los manifestantes que desde hace diez días reclaman
su salida del poder de estar vinculados a la red islamista Al Qaida de Osama bin Laden y de actuar
bajo los efectos de las drogas.
"Esa gente no tiene verdaderas reivindicaciones, sus reivindicaciones son las de Bin Laden",
aseguró el coronel Kadhafi, en el poder desde 1969.
"Es obvio ahora que esta situación está promovida por Al Qaida", agregó. "Estos jóvenes
armados, nuestros hijos, están siendo incitados por gente que está siendo reclamada por Estados
Unidos y Occidente".
"Estos incitadores no son muy numerosos y debemos capturarles", aseguró, recomendando a los
ciudadanos que se queden "en casa". "Tienen pistolas, tienen el gatillo fácil y disparan,
especialmente, cuando están bajo los efectos de las drogas", justificó.
El dirigente libio se dirigió a la población en un mensaje audio transmitido por televisión
desde Zauiya, una localidad al oeste de Trípoli, teatro de feroces enfrentamientos.
"Ustedes en Zauiya han escogido a Bin Laden", acusó. "Ellos (los hombres de Bin Laden) les
han dado drogas", afirmó.
"Ellos han lavado el cerebro de los niños en esta región y les han pedido comportarse de
mala manera", añadió.
El líder libio aseguró que la situación en su país "es diferente a Egipto o Túnez", donde
sendas rebeliones populares acabaron este año con longevos regímenes autoritarios.
"Aquí la autoridad está en vuestras manos, en las manos del pueblo. Pueden cambiar la
autoridad siempre que quieran. Es su elección. Ustedes son los ancianos, los líderes de las tribus,
los profesores", declaró.
Kadhafi añadió en su discurso que su poder es simplemente "moral". "No tengo el poder de
legislar o de hacer aplicar la ley. La reina de Inglaterra no tiene esa autoridad. Ese es,
exáctamente, mi caso", reiteró.
El dirigente presentó sus "condolencias a las familias de cuatro miembros de las fuerzas de
seguridad muertas" en Zauiya. "Me pregunto su Bin Laden va a indemnizar a las familias de los que
fueron asesinados".
En la pantalla de la televisión estatal podía leerse: "El Guía de la Revolución habla a la
familia de Zauiya".
Esta fue la segunda ocasión en la que Kadhafi se dirigió por televisión a su pueblo desde
que se iniciaron el 15 de febrero las protestas contra su régimen.
En la primera, el pasado martes, un desafiante Kadhafi aseguró que permanecería en su país,
que moriría como "un mártir" y que lucharía "hasta la última gota" de su sangre.
Además, ordenó a la policía y al ejército aplastar las protestas populares.