Ariel Sigler Amaya es el primer liberado como fruto del diálogo del gobierno comunista de Raúl Castro y la Iglesia.

Cuba liberó a un preso político parapléjico

Por UNO

MATANZAS, Cuba, 12 Junio (AFP) - El gobierno de Cuba liberó el sábado a un preso políticoparapléjico y trasladó a otros seis a cárceles en provincias cerca de sus familias, como resultado

de un inédito diálogo entre el presidente Raúl Castro y la Iglesia Católica.

Ariel Sigler Amaya, de 46 años y quien cumplía 20 años de prisión desde 2003, recibió

"licencia extrapenal" y fue trasladado en ambulancia de un hospital de La Habana, donde permanecía

internado desde agosto pasado, a su casa en la localidad Pedro Betancourt, en la provincia de

Matanzas, 100 km al este de la capital.

"Esto no para aquí, vamos a continuar la lucha hasta que el último preso político sea

liberado, hasta que logremos libertad y democracia para el pueblo cubano", dijo Sigler a la AFP en

su vivienda, sentado en la silla de ruedas que usa desde hace casi dos años.

Rodeado de parientes, otros opositores y unos vecinos, el disidente, quien lleva un aparato

ortopédico en el cuello, expresó que su liberación se debió a la "presión de la comunidad

internacional y la oposición" y "no" a la voluntad del gobierno.

Su excarcelación y la reubicación de los otros seis presos, anunciada el viernes en un

comunicado de la Iglesia, fue

comunicada por las autoridades al cardenal Jaime Ortega, quien intercedió por los presos

cuando se reunió el pasado 19 de mayo con Raúl Castro.

Sigler es el primer preso político liberado como fruto del encuentro, mientras que los

traslados suman 12, tras ser

reubicados seis reos el 1 de junio, en un proceso que según la Iglesia avanza con prudencia y

podría llevar a más excarcelaciones.

"Emocionalmente siento una mezcla de alegría y dolor porque quedan muchos hermanos presos en

la cárceles de Cuba", agregó Sigler, quien dice sufrir una desnutrición que lo tiene en un peso de

48 kg, la mitad de lo que pesaba cuando entró a la cárcel.

Con esta liberación quedan 52 opositores en prisión -incluido otro hermano, Guido Sigler, y

cinco aún fuera de sus provincias-, de un grupo original de 75 arrestados en marzo de 2003.

"Estoy sorprendida. Pensé que mi marido iba a ser el último porque no me porto bien según las

autoridades. Agradecemos a la Iglesia. Los traslados son buenos para los familiares, pero lo 

realmente importante son las liberaciones y esperamos más", dijo a la AFP Laura Pollán, líder de

las Damas de Blanco, esposas de los

reos políticos.

Su esposo, Héctor Maceda, de 67 años y condenado a 20 años, fue llevado de una cárcel de

Matanzas a La Habana. Los otros reubicados son Adolfo Férnandez (61 años); Omar Hernández (62),

Efrén Fernández (57), Jesús Mustafá (66) y Juan Carlos Herrera (44), todos del grupo de los 75 y

con condenas de entre 12 y 25 años.

"El gobierno sigue con su política de traslados y excarcelaciones a cuentagostas. Es

positivo, pero no satisface las

expectativas. Exigimos la liberación incondicional de todos los prisioneros de conciencia",

dijo el presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN), Elizardo Sánchez.

Según la CCDHRN, Cuba tiene unos 200 presos políticos, pero el Gobierno sostiene que son

"mercenarios" de Washington que atentaron contra la seguridad del Estado.

Las mejoras para los presos ocurren en momentos en que Cuba encara críticas de Estados Unidos

y Europa, tras la muerte del preso opositor Orlando Zapata el 23 de febrero -por una huelga de

hambre de 85 días- y el ayuno que inició un día después el disidente Guillermo Fariñas.

"La liberación de Sigler es un gesto positivo, pero no depondré mi huelga hasta que no sean

liberados entre 10 y 12" de 25 presos enfermos, dijo a la AFP Fariñas, un sicólogo de 48 años.

España consideró que empezó "un proceso positivo y esperanzador" en Cuba al congratularse el

sábado por las mejoras para los presos, que según la Iglesia cubana son gestión propia, aunque

preceden a la visita la próxima semana del canciller del Vaticano, Dominique Mamberti.