Ariel Sigler Amaya, de 46 años y quien cumplía 20 años de prisión desde 2003, recibió"licencia extrapenal" y fue trasladado en ambulancia de un hospital de La Habana, donde permanecíainternado desde agosto pasado, a su casa en la localidad Pedro Betancourt, en la provincia deMatanzas, 100 km al este de la capital. "Esto no para aquí, vamos a continuar la lucha hasta que el último preso político sea liberado, hasta que logremos libertad y democracia para el pueblo cubano", dijo Sigler a la AFP ensu vivienda, sentado en la silla de ruedas que usa desde hace casi dos años. Rodeado de parientes, otros opositores y unos vecinos, el disidente, quien lleva un aparatoortopédico en el cuello, expresó que su liberación se debió a la "presión de la comunidadinternacional y la oposición" y "no" a la voluntad del gobierno. Su excarcelación y la reubicación de los otros seis presos, anunciada el viernes en uncomunicado de la Iglesia, fue comunicada por las autoridades al cardenal Jaime Ortega, quien intercedió por los presoscuando se reunió el pasado 19 de mayo con Raúl Castro. Sigler es el primer preso político liberado como fruto del encuentro, mientras que lostraslados suman 12, tras ser reubicados seis reos el 1 de junio, en un proceso que según la Iglesia avanza con prudencia ypodría llevar a más excarcelaciones. "Emocionalmente siento una mezcla de alegría y dolor porque quedan muchos hermanos presos enla cárceles de Cuba", agregó Sigler, quien dice sufrir una desnutrición que lo tiene en un peso de48 kg, la mitad de lo que pesaba cuando entró a la cárcel. Con esta liberación quedan 52 opositores en prisión -incluido otro hermano, Guido Sigler, ycinco aún fuera de sus provincias-, de un grupo original de 75 arrestados en marzo de 2003. "Estoy sorprendida. Pensé que mi marido iba a ser el último porque no me porto bien según las autoridades. Agradecemos a la Iglesia. Los traslados son buenos para los familiares, pero lo realmente importante son las liberaciones y esperamos más", dijo a la AFP Laura Pollán, líder delas Damas de Blanco, esposas de los reos políticos. Su esposo, Héctor Maceda, de 67 años y condenado a 20 años, fue llevado de una cárcel deMatanzas a La Habana. Los otros reubicados son Adolfo Férnandez (61 años); Omar Hernández (62),Efrén Fernández (57), Jesús Mustafá (66) y Juan Carlos Herrera (44), todos del grupo de los 75 ycon condenas de entre 12 y 25 años. "El gobierno sigue con su política de traslados y excarcelaciones a cuentagostas. Es positivo, pero no satisface las expectativas. Exigimos la liberación incondicional de todos los prisioneros de conciencia",dijo el presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN), Elizardo Sánchez. Según la CCDHRN, Cuba tiene unos 200 presos políticos, pero el Gobierno sostiene que son"mercenarios" de Washington que atentaron contra la seguridad del Estado. Las mejoras para los presos ocurren en momentos en que Cuba encara críticas de Estados Unidosy Europa, tras la muerte del preso opositor Orlando Zapata el 23 de febrero -por una huelga dehambre de 85 días- y el ayuno que inició un día después el disidente Guillermo Fariñas. "La liberación de Sigler es un gesto positivo, pero no depondré mi huelga hasta que no sean liberados entre 10 y 12" de 25 presos enfermos, dijo a la AFP Fariñas, un sicólogo de 48 años. España consideró que empezó "un proceso positivo y esperanzador" en Cuba al congratularse elsábado por las mejoras para los presos, que según la Iglesia cubana son gestión propia, aunquepreceden a la visita la próxima semana del canciller del Vaticano, Dominique Mamberti.