La tormenta solar más intensa de la que se tiene registro, que en 1859 arruinó gran parte dela red telegráfica que se acababa de instalar, tuvo lugar durante un ciclo al que, de lo contrario,se lo hubiera considerado débil. Hoy día una tormenta del tipo de la de 1859 le asestaría un nocauta la información, a las comunicaciones y a los sistemas de distribución eléctrica del mundo, ysegún los Estados Unidos, el costo aproximado sería de 2000 millones de dólares. En términos de vulnerabilidad en la Tierra, el mayor cambio que se produjo desde el pico de2000 es que el mundo se volvió más dependiente de los satélites con sistema de posicionamientoglobal (pero no solo en lo que respecta a la navegación). Para estar coordinadas, las redes deteléfonos móviles del mundo dependen de las señales horarias en extremo precisas de los GPS. Los expertos advirtieron que este fenómeno podría crear una tormenta geomagnética alrededorde la atmósfera de la Tierra, que podría interferir con la energía eléctrica, redes y sistemas decomunicaciones, aseguró la BBC. También significa que el espectacular despliegue de luz en el cielo nocturno conocido como laaurora puede ser visible en latitudes más bajas de lo habitual. Aquí en la Tierra, el intenso flujo magnético podría hacer que subiera la tensión eléctrica,lo que llevaría a fallas en la red, como la que dejó a oscuras a todos Québec en 1989. El ciclo de once años de actividad solar es bastante variable y, en la actualidad, está unpoco demorado. Se espera que el próximo máximo tenga lugar en 2013. Además de la tormenta solar de 1859, en los registros figuran como importantes la de 1972,cuando una tormenta geomagnética provocada por una erupción solar interrumpió las comunicacionestelefónicas de larga distancia en el estado de Illinois (EE.UU.). Y en 1989, otra tormenta sumió a seis millones de personas en la oscuridad en la provinciacanadiense de Quebec. Los investigadores dicen que el Sol "se ha estado despertando" después de un período devarios años de baja actividad. Algunas partes de la aurora boreal ya se han visto más al sur de lo habitual en Irlanda delNorte y en otros lugares en el Reino Unido. Los científicos señalan que se puede esperar una mayoractividad en los próximos días