Los empleados de los bancos reclaman para ellos la misma medida de control que se aplicará en las estaciones de servicio, las cuales antes de fin de año contarán con cámaras de seguridad controladas por el Gobierno para reducir la ola de delitos que padecen a diario.Los trabajadores piden que instalen los aparatos puertas afuera de las entidades y lo hacen no sólo como un llamado de atención por la inseguridad que se vive en las zonas financieras, sino también para agilizar el esclarecimiento de hechos y así evitar quedar en el centro de las acusaciones como posibles implicados cuando se cometan asaltos.“Queremos que sea el Gobierno el que controle lo que pasa cuando el cliente se va del banco y en las adyacencias, porque las entidades tienen cámaras de empresas privadas pero el seguimiento no es efectivo”, dijo al respecto Sergio Giménez, secretario de Prensa de la sede mendocina de la Asociación Bancaria.Además, añadió que exigirán que se active la Comisión de Seguridad Bancaria organizada entre el Gobierno, los gerentes de bancos y los empleados después del espectacular asalto al banco Regional de calle San Martín ocurrido en 2008 (ver aparte), la cual, según los bancarios, al poco tiempo del citado hecho dejó de funcionar.Los reclamos y el pedido de una audiencia, que podría concretarse el próximo jueves, fueron plasmados en un comunicado que los miembros de la asociación enviaron al ministro de Seguridad, Carlos Aranda, quien no pudo responder al requerimiento de este diario por encontrarse en un congreso.Fue el caso de la mujer embarazada baleada tras retirar dinero en una sucursal del Santander Río de La Plata el que volvió a agitar el avispero de la necesidad de políticas para contrarrestar los hechos delictivos en las distintas entidades. La problemática no es ajena al radio mendocino, donde hay casos de asaltos a la salida de los bancos o en plena transacción en cajeros automáticos prácticamente todas las semanas (ver aparte).Respecto de las acusaciones que recaen sobre los empleados cuando uno de estos hechos ocurre –en el asalto de La Plata fue imputado el cajero que atendió a la mujer antes de ser atacada por dos delincuentes–, Sergio Giménez aclaró: “Entre los trabajadores de Mendoza no tenemos ningún imputado, y por la gran cantidad de controles que se imponen sobre ellos es casi imposible que sean dateros. Las víctimas suelen señalarlos porque son el último contacto, y eso es lógico ante la impotencia que produce pasar por una situación delictiva”.Las cámaras, que deberán ser adquiridas por las entidades financieras y luego ser donadas al Ministerio de Seguridad para su incorporación en la red existente, no son la única medida que los trabajadores exigen.Los empleados de bancos proponen además que se eviten las aglomeraciones en los salones de los bancos, ya que propician el trabajo de los dateros; que las grandes transacciones se realicen en salas privadas y que los cajeros automáticos sean cargados desde la parte de atrás y no desde su frente.“De los cuatro custodios que hay por banco al menos dos son policías, pero si se tiene en cuenta la cantidad de entidades, este trabajo hace que se reduzcan los efectivos en la calle, por ejemplo. Deben capacitarse profesionales para esta ocupación, hoy en manos de personas que terminan realizando tareas administrativas puertas adentro de las entidades”, determinó el secretario de Prensa.
El pedido es para mejorar el control en las adyacencias de las entidades financieras. Trabajadores
esperan que esta semana los reciba el ministro Aranda.