Son aquellos que buscan métodos opcionales, como garrafas, tubos y zepelines. La demanda de gas envasado aumentó 30% este año con relación al 2008. Unas 30.000 familias lo usan.

Informe especial: el 30% de los hogares mendocinos no accede a la red de gas

Por UNO

El conflicto por el gas se repite todos los inviernos: el 30% de los hogares de Mendoza no tiene

acceso a la red de gas natural. Los habitantes de esas viviendas son los que cada año padecen los

sobreprecios de las garrafas, las interminables filas para acceder a un tubo y el frío cuando no

logran acceder a alguno de los métodos opcionales a ese recurso.

Según Enargás, en la provincia hay 330.000 hogares con gas natural. Si se tiene en cuenta que

el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) calcula –en base a proyecciones basadas en el

censo poblacional del 2001– que en todo el territorio local hay cerca de 462.000 hogares, se

desprende que el 70% tiene gas natural en sus casas.

¿Pero qué pasa con las familias que están fuera de esa red? Tienen que peregrinar en busca de

garrafas de gas licuado de petróleo (GLP) o butano, que viene en envases de diez kilos y 15 kilos;

tubos de propano en envases de 45 kilos o gas a granel (también conocido como zepelín).

Desde el 2008 hasta el 31 de diciembre de este año, el Gobierno nacional puso en marcha el

Programa Nacional de Consumo Residencial de GLP envasado, conocido como "Garrafas para todos". El

Ejecutivo fijó tarifas para las garrafas de diez y 15 kilos, estableciéndolas considerablemente

inferiores a las determinadas por el mercado.

Según el plan federal, las garrafas de diez kilos deben costar $16 y las de 15 kilos tienen

un valor de $20. Pero con el inicio de las bajas temperaturas, los costos accesibles de estos

productos dispararon un alza en la demanda y también sobreprecios que ya provocaron multas de la

Dirección de Fiscalización y Control (ver aparte).

Más pedidos

Para las autoridades provinciales, la demanda de gas envasado ya aumentó más del 30% en

Mendoza en comparación con las cifras del invierno del 2008.

"Todos los años se prevé un incremento en la demanda de garrafas que va del 3% al 3,5%, en

base al crecimiento de la población, pero este año hubo 30% más, algo realmente imprevisible",

explicó a Diario UNO el subsecretario de Hidrocarburos, Minería y Energía, Walter Vázquez.

¿Por qué la demanda de gas envasado se disparó? Existen varias causas que esgrimen desde el

Gobierno y desde el sector privado.

Por un lado, el aumento de precios que sufrieron métodos alternativos para calefaccionar,

como los tubos de gas propano de 45 kilos o la leña, hizo que muchos consumidores se volcaran a

comprar las garrafas de $16 y $20.

"En el 2009, un tubo de 45 kilos costaba entre $130 y $160. Pero este invierno el precio pasó

los $200. Entonces, mucha gente de clase media que antes compraba esos tubos prefiere ahorrarse

unos pesos y compra garrafas", contó en ese sentido el propietario de una distribuidora de

Corralitos, en Guaymallén.

En el Ministerio de Desarrollo Humano también señalan la asignación universal por hijo como

una de las causas que elevaron la demanda de gas envasado.

"Hasta el año pasado, muchas familias de bajos recursos no tenían poder adquisitivo para

comprar garrafas cada vez que necesitaban, y racionaban el consumo. Pero ahora, con la asignación

universal por hijo, mejoraron sus ingresos y pueden acceder al gas envasado que cubra sus

necesidades durante todo el invierno", explicó la subsecretaria de Desarrollo Humano y Comunidad,

Carlina Duplessis.

Además, Vázquez indicó que con los primeros días de frío, y ante los conflictos sociales y

las filas que había que hacer para acceder a las garrafas, muchos consumidores "compraron de más

para stockearse".

Quiénes consumen garrafas

Independientemente de que, según las cifras del Enargás, menos del 30% de los hogares

mendocinos no tiene gas natural por red, no todos utilizan las garrafas como método de calefacción

y cocina.

En Desarrollo Humano informaron que hay cerca de 30. 000 familias que usan esta alternativa.

El resto apunta a los tubos de propano, la leña o el gas a granel.

Aunque esta última opción es una de las más caras, pues –tal como informaron fuentes de YPF–

el relleno de los zepelines "es un servicio diferencial al cual se puede acceder a partir de un

determinado volumen de consumo anual, con diferentes bandas de precio, y con una atención

personalizada en el domicilio del interesado".