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El preso podría quedarse más años alojado en la cárcel de Almafuerte.
Ante la negativa, el preso se tornó violento por lo que también llegó hasta el lugar otro jefe penitenciario que estaba de turno. En ese momento, Alejandro Ríos sacó de sus pertenencias una hoja de afeitar, se cortó el antebrazo y comenzó a salpicar con sangre el rostro de los agentes, mientras los golpeaba. A los pocos minutos terminó reducido en el suelo.
El problema surgió porque el preso tenía diagnosticado la presencia de VIH con una alta carga viral, por lo que los penitenciarios tuvieron que someterse a controles médico durante un año para descartar que hayan sido contagiados de esa enfermedad. Finalmente, los resultados arrojaron resultado negativo, pero para la Fiscalía hubo una clara intención de contagio por parte del preso.
El primer juicio contra el preso
No es la primera vez que Alejandro Ríos se sienta en el banquillo de acusados. El 10 de febrero de 2020 fue condenado a una pena de 8 años de prisión por un crimen ocurrido durante una Navidad pasad en Guaymallén. En ese caso, admitió haber cometido el hecho y recibió la pena mínima por homicidio simple en un juicio abreviado.
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El preso podría quedarse más años alojado en la cárcel de Almafuerte.
Ese expediente reconstruyó que el crimen ocurrió en la madrugada del 25 de diciembre de 2018, en medio de una celebración navideña dentro del barrio Grilli Sur, en Guaymallén. Alejandro Ríos se enfrentó con Luis Alberto Zenteno (36) porque había estado bailando con su expareja. En ese momento, tomó un cuchillo y le propinó tres puñaladas que terminaron con su vida.
Alejandro Ríos fue detenido a las pocas horas. Tras la condena, estará preso hasta el 25 de diciembre del año que viene, aunque ahora habrá que esperar si se le suma más tiempo por la causa de tentativa de contagio de VIH.
