En tanto, el padre indicó que podía ver a su hijo en la cama desde donde estaba sentado frente al televisor y detalló que la ventana de la habitación tenía rejas por lo que le sería imposible salir sin ser percibido por ellos.
Tras estas declaraciones, en las próximas jornadas se esperan los testimonios de peritos que den cuenta del perfil psicológico y psiquiátrico de Graín. También podría llamarse a especialistas que detallen los estudios post mortem que se realizaron al cuerpo de Paula Toledo con el fin de establecer si era víctima de violencia de género.
El debate fue iniciado a principios de diciembre con las palabras del único imputado, quien reiteró su inocencia y negó que fuese el novio de la víctima. "Eramos amigos que teníamos sexo", señaló ante el tribunal. El hombre dijo que decidió escapar y mantenerse prófugo durante el primer juicio por consejo de su abogado.
Ya son 17 años sin culpables
El 31 de octubre el 2003 el cuerpo de Paula Toledo fue hallado semidesnudo y sin vida en la localidad de El Sosneado, de San Rafael. Luego se supo que la joven de 19 años había sido brutalmente torturada. La habían quemado con cigarrillos, golpeado y abusado sexualmente. Si bien, en sus pulmones se encontraron restos de pasto y tierra que hicieron creer que podría haber sido asfixiada contra el suelo, la causa de la muerte fue un paro cardíaco causado por el dolor que le provocó una penetración anal.
El feroz ataque dejó perplejo a toda la provincia pero los hechos sucesivos solo alimentaron la indignación.
Cuando los vecinos conocieron la noticia no tardaron en señalar a los posibles autores ya que se trataba de un grupo que, según los testimonios, solían frecuentar una casa abandonada para tomar alcohol y fumar marihuana. Así la policía dispuso la detención de Víctor Echegaray (17), alias "El Poroto"; su hermano Alejandro (16), alias "Ñaca Ñaca"; Andrés Maravilla (27), alias "Brusqui"; Iván Gauna (16), alias "Colita"; Cristian Torres, Jorge Sánchez y Marcos Graín (19).
Los errores comenzaron a cometerse desde el primer momento: la escena del crimen nunca fue preservada y las pruebas fueron contaminadas. Uno de los actos más burdos ocurrió cuando el forense lavó el cuerpo de Toledo, impidiendo que se recuperaran muestras de semen.
La causa fue tomada por un juez subrogante que liberó a todos los sospechosos. Esto provocó que, en 2006, solo llegaran a juicio los hermanos Echegaray, Gauna y Maravilla debido a que Graín se había fugado. Maravilla fue el único que fue absuelto debido a que no se encontró ninguna señal que hubiese participado y estado en el lugar. La fiscalía no apeló la decisión.
Distinta es la historia de los hermanos Echegaray y Gauna, quienes quedaron libres por el beneficio de la duda.
En 2009, Graín fue detenido en Misiones y llevado a juicio en 2011 pero también fue absuelto.
Esto provocó un reclamo ante la Suprema Corte de Justicia que permitió la realización de un tercer juicio -solo contra Graín- debido a las múltiples fallas que había tenido la investigación y los debates anteriores.