Juliana Miller tiene un sueño: viajar, viajar por siempre. Los caminos son su destino.
Tiene 22 años, es la reina de la Vendimia de San Rafael y dice que se reconoce sanrafaelina, aunque nació muy lejos, pero fue criada desde los 2 años en esta tierra mendocina.
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Estudia Veterinaria y se enorgullece del lugar dónde vive. “Somos la segunda capital de Mendoza. De los tres ríos más importantes de la provincia, dos están en San Rafael y, de los 7 lagos más importantes, cinco están acá”, además de resaltar que “tenemos grandes superficies cultivadas y un montón de bodegas de las más renombradas”.
Se define como “emprendedora independiente”, ahora vende ropa pero sostiene que “siempre estoy reinventándome”.
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Foto: Martín Orozco
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Foto: Martín Orozco
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Foto: Martín Orozco
Sostiene que la reina es “la cara visible de los productores” afirma que hay que cuidar el agua porque “es un recurso de mucha importancia. El 40% va para la vid, de un 81% que va a la producción agrícola”.
Por eso dice que “como sociedad debemos tomar consciencia de la crisis hídrica y está en cada uno de nosotros cuidar el agua, empezando por el uso en nuestras casas” y acota que “siempre hay que apuntar a la matriz productiva sustentable, a la producción que genere el menor impacto posible, para que dejemos buena herencia”.
La soberana cuenta que sus proyectos son “recibirme y trabajar los animales”, pero que hay uno que es su sueño primero: “viajar, conocer otras culturas. Ese es mi objetivo.”
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Foto: Martín Orozco
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Foto: Martín Orozco
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Foto: Martín Orozco
Eso posiblemente venga desde la cuna. Juliana nació en Boston, en el estado de Massachusetts, en Estados Unidos. “Mi papá vive allá. Nuestro sueño es comprar una Van, adaptarla y viajar por el país”, dice.
El padre de Juliana es un fotógrafo norteamericano que conoció a la madre de la reina cuando fue becada a USA. “Se pusieron de novios y nací yo”, dice, la única hija de la pareja.
“Cuando yo tenía 2 años, decidieron mudarse a San Rafael. Le gustaba esta forma de vida, más cálida, más familiera y querían criarme así”, cuenta.
Por eso Juliana habla español e inglés desde la cuna. “Mi papá no sabe hablar castellano y siempre hablé las dos lenguas”, dice. Pero reconoce que, cuando alguien le pregunta de dónde es “le digo que soy sanrafaelina, ya casi he olvidado que nací en otro lugar”.
La reina de San Rafael dice que, para este año, quiere “disfrutar la experiencia, es una oportunidad única” y sostiene que para ello “he puesto en pausa mi vida y voy a dedicarme de lleno a esto, estar a disposición de lo que haga falta, más allá de las expectativas de la Fiesta”.
Cuenta que la sesión fotográfica de Reinas como reinas “me encantó, es muy original” y dice que el trabajo muestra “la esencia de la mujer”.
Y, cuando dije que el equipo que realizó el trabajo es “muy bueno”, confiesa su deseo más profundo: “Me hubiera encantado irme con ellos”. Es que el andar por los caminos es su destino.
