A menudo se piensa que la depresión es un trastorno relacionado con la tristeza, la falta de ganas para realizar tareas o el llanto constante, pero lo cierto es que la misma puede manifestarse de otras maneras. Una persona con depresión encubierta puede tener una serie de hábitos fácilmente identificables.
La depresión también puede manifestarse de manera encubierta
Según la psicología, la depresión encubierta es padecida por aquellas personas que sufren depresión, pero de cara al mundo exterior llevan una vida aparentemente normal.
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Cómo reconocer a una persona con depresión encubierta
Aunque estas personas sonríen frente a los demás, en realidad están tratando de mostrarle al mundo que están bien a pesar de la depresión que sufren por dentro.
Generalmente, los síntomas de la depresión oculta son difíciles de identificar, y son las personas del entorno familiar o los convivientes los que suelen tener esta capacidad.
Algunos hábitos que pueden indicar que alguien puede tener depresión oculta incluyen:
- Dormir demasiado o muy poco
- Cambios abruptos en el peso y en la dieta
- Tomar alcohol en exceso
- Sonreír forzadamente
- Cambios constantes en la expresión
- Buscar ayuda y luego negarla
- Emociones fuertes
- Permanente visión pesimista de las cosas
- Perfeccionismo excesivo o exceso de autocrítica
- Pérdida de interés en las cosas que solía disfrutar
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La persona puede querer ocultar o reprimir su malestar por miedo al juicio o la reacción de los demás, o a las creencias asociadas a la depresión. Si te sientes identificado con lo aquí expuesto, o conoces a alguien que presenta alguno de estos hábitos, no lo dudes en contactar con un especialista en psicología cuanto antes.
Cómo tratar esta depresión
En cuanto a su tratamiento, lo cierto es que la depresión encubierta se trata igual que todo tipo de depresión: psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos.
No existe un tratamiento único para todas las personas, por lo que es posible que se deban probar diferentes opciones hasta encontrar la más adecuada. Un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o psicólogo, puede ayudar a determinar el mejor tratamiento.