Chupetín “Pito Pito”: el silbato comestible
Productos argentinos que dejaron de fabricarse
Las golosinas que marcaron la infancia de los argentinos en orden de aparición
Uno de los más recordados por su originalidad fue el “Pito Pito”, un chupetín frutal con forma de silbato. No solo era una golosina, sino también un pequeño juguete que se podía hacer sonar antes de comerlo. Su envase colorido y su diseño divertido lo convirtieron en un clásico de los recreos escolares.
Chocolate Sapito: pequeño en tamaño, gigante de sabor
El Sapito era un chocolatín con forma de rana que combinaba chocolate con un relleno suave y adictivo. Venía en un envoltorio de diferentes colores con una simpática caricatura de un sapo. Fue un ícono de los kioscos, especialmente en los ‘90, pero con el tiempo desapareció.
Papel comestible Candy Art
Productos argentinos que dejaron de fabricarse (1)
Otra rareza que dejó huella fue el Candy Art, un papel comestible que venía en láminas de colores y una salsa. La idea era “dibujar” sobre ellas, y luego comerlas. Aunque hoy puede parecer extraño, era una revolución sensorial para cualquier niño de aquella época, ya que muchos al menos intentamos comer papel. Su textura crujiente y sabor dulce lo hacían tan divertido como sabroso.
Chupetín Push Posh triple
El Push Posh triple fue una evolución del clásico chupetín, pero en versión “sorpresa de sabores”. Consistía en un tubo plástico que contenía tres chupetines apilados de distintos sabores. Se empujaban desde abajo y se comían triples. Aunque innovador, también fue discontinuado, dejando una estela de nostalgia entre quienes lo conocieron.
La mayoría de estos productos fueron víctimas del paso del tiempo, los cambios en los hábitos de consumo, la globalización de marcas y las crisis económicas que afectaron a muchas fábricas nacionales. Algunos no pudieron competir con las grandes multinacionales, y otros simplemente dejaron de fabricarse.