El hallazgo de la piedra de Rosetta , en 1799 en una campaña de Napoleón, marcó un hito tanto en la historia de la egiptología como en la lingüística. Este fragmento de estela permitió, por primera vez, que pudiesen descifrarse los jeroglíficos de Egipto, un sistema de escritura que había permanecido en el misterio durante más de un milenio.
¿Cómo es este tesoro de la arqueología que cambió historia de la humanidad?
Según la historia oficial, en 1798, Napoleón Bonaparte emprendió la campaña de Egipto con un doble propósito que combinaba el interés militar con el científico. En julio de 1799, los soldados franceses encontraron una losa de basalto negro en la ciudad de Rosetta (actual Rashid), en el delta del Nilo, y eruditos en arqueología de inmediato la reconocieron como un objeto valioso.
Este tesoro fue escrito en el año 196 a.C. y contiene un decreto publicado en Menfis en nombre del faraón Ptolomeo V. que conmemoraba, por un lado, la divinización del faraón y garantizaba, por otro, ciertos privilegios a los sacerdotes. Según expertos en arqueología, mide aproximadamente 112 cm de alto, 75 cm de ancho y 28 cm de grosor, pesa alrededor de 750 kilos.
Según la BBC en 1822 Jean-François Champollion, un lingüista francés logró el desciframiento definitivo. La piedra de Rosetta se encuentra en el Museo Británico de Londres, donde sigue siendo un símbolo del esfuerzo intelectual de generaciones. Este tesoro no solo permitió descifrar los jeroglíficos egipcios, sino que también representó un hito en la historia de la lingüística y la arqueología.