Una alimentación saludable y ejercicio constante son claves para la vida sana. Y caminar, una acción tan simple y cotidiana, puede ser la clave para mantenerse en forma, no solamente desde lo físico, sino también en lo que hace a salud mental.
Caminata perfecta: la velocidad a la que debes caminar para lograr resultados óptimos
Sin embargo, los especialistas destacan que, para que la caminata sea efectiva y óptima a la hora de mejorar la salud física y mental, debe ser a un ritmo intenso y a una velocidad constante. En ese sentido, destacan que -de lograr este objetivo- los resultados se evidenciarán con resultados por demás positivos.
¿A qué velocidad y cuánto hay que caminar todos los días para mejorar la salud física y mental?
Caminar rápido aporta incontables beneficios para la salud. Son diversos los estudios que así lo determinan, más si se tiene en cuenta que la propia Universidad de Harvard ha demostrado que "estar sentado mucho tiempo puede ser más perjudicial que fumar". Contra el sedentarismo, caminar es un gran ejercicio, y una inmejorable alternativa.
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Y si la caminata es intensa, a buen ritmo y se termina convirtiendo en un hábito, el impacto de este ejercicio podrá reflejarse no solo en lo físico (ayudará a bajar de peso), sino también en el relajo y la claridad mental. La caminata fortalece músculos, protege articulaciones, mejora el sistema inmunológico y ayuda a reducir dolencias.
Especialistas en nutrición y actividad física recomiendan caminar a una velocidad de 6 kilómetros por hora. La manera más simple de saber si estamos caminando a un ritmo recomendado y que se acerque a esos 6 km/h es intentar hablar mientras caminamos. Si no lo logramos hacer de manera fluida, significa que estamos cumpliendo ese buen ritmo, ¡y hay que mantenerlo!
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Beneficios para la salud de caminar a un ritmo intenso todos los días
Caminar 30 minutos diarios a un ritmo intenso y una velocidad de 6 kilómetros por hora ayuda a:
- Disminuir la presión arterial diastólica y sistólica.
- Reducir riesgo de embolias.
- Reducir la incidencia de infartos.
- Disminuir grasa abdominal.
- Mejora la memoria, el aprendizaje y la función ejecutiva.
- Reduce la depresión y la ansiedad.