En la costa del Golfo de México, entre modernos destinos turísticos y parques temáticos, sobrevive un rincón que preserva la auténtica alma marinera de Florida. Cortez Fishing Village, fundado a finales del siglo XIX, se mantiene como uno de los últimos testimonios vivos del patrimonio marítimo del Estado del Sol.
El Centro Cultural de Cortez se dedica a preservar y compartir la esencia de la "vieja Florida" que aún pervive en el pueblo.
Un viaje al pasado junto al mar
Cerca de la isla Anna Maria, al sur de San Petersburgo en Florida, Cortez emerge como una joya escondida que transporta a sus visitantes a otra época. Este pueblo pesquero, reconocido en el Registro Nacional de Lugares Históricos, debe su excepcional preservación al compromiso de sus habitantes con mantener viva su historia centenaria.
La mejor manera de descubrir Cortez es a pie, a través de un recorrido de 3 kilómetros que serpentea entre casas históricas y muelles tradicionales. Pero su encanto no solo reside en su arquitectura: Cortez se ha ganado la reputación de ser la fuente de los mejores mariscos del estado. La mayoría de los restaurantes de Florida obtienen sus productos de este pueblo, especialmente el codiciado mero, los cangrejos de piedra, los salmonetes y una variedad excepcional de mariscos.
Historia y resiliencia frente a los elementos
La historia del pueblo Cortez es también una historia de resistencia. Fundado en la década de 1880, el pueblo ha sobrevivido a numerosos embates de la naturaleza. Un devastador huracán en 1921 destruyó muchas de las estructuras originales, incluyendo casas y la línea costera. Recientemente, el huracán Helene de 2024 puso a prueba nuevamente la fortaleza de esta comunidad.
A pesar de estos desafíos, Cortez mantiene su carácter distintivo. Las casas originales que sobreviven son fácilmente identificables por su arquitectura característica: construcciones de una sola planta con frontones simples, laterales o cruzados, o techos a cuatro aguas.
En la 46th Avenue W, los visitantes pueden admirar los bungalows que pertenecieron a las familias fundadoras, los Fulford y los Taylor, ofreciendo una ventana al estilo de vida de los primeros pobladores.