Matías Daniel Muñoz Baldez fue hallado culpable del asesinato de María Celia Verdenelli (45) en el 3° Barrio Empleados de Comercio de San Martín en 2016.

Lo condenaron a 12 años de cárcel por matar a una mujer de un tiro

Por UNO

Era un robo de ocasión, al pasar. Podría haber sido cualquiera, pero fue María Celia Verdenelli (45). Dos muchachos muy jóvenes y en moto andaban por las calles del 3° Barrio Empleados de Comercio buscando un objetivo... y la vieron. Ayer uno de ellos, Matías Daniel Muñoz Baldez, fue condenado a 12 años de prisión por haberla asesinado de un disparo en el corazón en la siesta del 17 de diciembre de 2016. En cambio, la Justicia estableció que no había pruebas suficientes para aseverar que Nicolás Maximiliano Sotile González haya sido el otro joven de la moto y resolvieron absolverlo, debido a que la fiscalía tampoco había encontrado elementos suficientes para mantener la acusación.

La ciudad de San Martín estaba por esos días preparándose para los festejos del bicentenario de su fundación.

María Celia Verdenelli vivía en la manzana H del barrio Mebna. Era sábado y cerca de las 16.30, la mujer había salido a buscar a su hija adolescente, que estaba depilándose en una casa del 3° Barrio Empleados de Comercio, conocido como Libertador.

Verdenelli estacionó su auto Fiat Siena gris verdoso (dominio IDJ 272) frente al domicilio de la cosmetóloga, ubicada a mitad de cuadra de la calle Silvina Bullrich, entre French y Berutti. Lo paró sobre la lateral oeste, pero mirando hacia el norte, en contramano, y se quedó sentada esperando.

Mientras tanto la moto con Muñoz Baldez y otro joven recorrían las mismas calles. Habían visto a una chica que caminaba por allí con su celular y pensaron robárselo. Pero la joven detectó la intención de los ladrones y logró evitarlos, metiéndose a una casa. Sin botín, el dúo siguió buscando y fue cuando vieron el auto de María Celia.

La mujer tenía su cartera, donde había $3.500 en efectivo y documentos, además de su celular. La moto paró junto al auto y el cómplice de Muñoz se acercó al vehículo del lado del conductor y trató de arrebatar la cartera y el teléfono. Posiblemente, la mujer se haya resistido. Fue en ese momento cuando, desde la moto, Muñoz disparó. La bala pegó en un parante de la puerta derecha delantera del auto, se desvió e impactó en la víctima en la axila izquierda. La bala llegó al corazón. Murió a los pocos minutos.

Las investigaciones posteriores llevaron a algunos allanamientos. En uno se detuvo a Muñoz, que quedó involucrado en la causa con pruebas suficientes y que terminarían en la condena impuesta por homicidio en ocasión de robo, delito por el que el fiscal Mariano Carabajal solicitó originalmente 15 años.

En cambio, Nicolás Sotile fue apresado solo porque tenía puesta una camiseta del Atlético San Martín, vestimenta que coincidía con la descripción de un par de testigos.

En este caso y con ese único elemento, el fiscal Carabajal decidió no acusarlo durante los alegatos, entendiendo que la prueba era

débil y que en San Martín hay decenas de jóvenes como el acusado que usan la camiseta del club como vestimenta de calle.

El tribunal, presidido por la jueza Viviana Morici, resolvió condenar a Muñoz a 12 años y siendo vinculante el retiro de la acusación, absolvió a Sotile.

En la sentencia nada dirá que por el crimen se postergaron parte de los festejos del bicentenario de la ciudad.

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